Este documento discute el narcisismo en la posmodernidad y cómo ha afectado la identidad del individuo. Se argumenta que la muerte de Dios dejó al hombre sin ideales externos para guiarse, por lo que ahora busca constantemente afirmar su propia identidad a través de máscaras y la apariencia sobre los demás. Esto ha llevado a una cultura de consumo, apatía e indiferencia donde el individuo se define a través de lo que consume en lugar de valores internos.