El relato cuenta la leyenda del Pozo de Jacinto, un gran hueco en las rocas de la playa Jobos en Isabela, Puerto Rico. Según la leyenda, un hombre llamado Jacinto cayó en el pozo y murió ahogado mientras intentaba robar una vaca. A pesar de las advertencias de su abuela, el nieto decide explorar el pozo con sus amigos y termina compartiendo el destino de Jacinto al caer también en el hueco.