La obra "El Principito" de Antoine de Saint-Exupéry combina ficción y realidad. Los mundos que visita el Principito pertenecen a la ficción, mientras que las personalidades de los habitantes de otros planetas reflejan comportamientos humanos reales. También presenta de manera realista la perspectiva de un niño frente a la de un adulto. Finalmente, critica cómo en el mundo real las apariencias a menudo se imponen sobre lo esencial.