Una princesa estaba encerrada en un castillo por un hombre malo. Ella le pidió ayuda a un príncipe que pasaba por ahí. El príncipe le dijo que la ayudaría a escapar si ella le lanzaba una cuerda desde la ventana. La princesa logró escapar con cuidado de no despertar al hombre, pero hizo ruido y tuvo que correr rápido para escapar. Finalmente lograron escapar y la princesa pudo disfrutar de la libertad.