La loba blanca era la jefa de una manada de lobos que atacó una cuadra, por lo que los aldeanos organizaron una batida para cazarlos. Aunque la loba blanca logró vencer a los perros de caza, murió por los disparos. Los aldeanos celebraron su muerte pero los aullidos de los lobos los asustaban cada noche, hasta que una mujer sabia les dijo que debían devolver la piel de la loba al bosque, tras lo cual los aullidos sonaron allí y no en la aldea. Según cuentan,