El suelo se forma a partir de la desintegración de rocas y residuos de seres vivos. Existen diferentes tipos de suelo como arenosos, calizos, humíferos, arcillosos y pedregosos que se clasifican según su textura, estructura y características químicas. Los suelos se componen de fracciones sólidas, líquidas y gaseosas que incluyen óxidos, sales, humus y gases atmosféricos.