1. El Túnel’ de Ernesto Sábato
La caída al querer salir del túnel
Por Gonzalo Valdivia Dávila, en 13 de marzo de 2009
Ernesto Sábato (Argentina, 1911) es uno de los pocos escritores vivos que
provienen de un primer contacto con el surrealismo francés que sigue hasta la fecha
cultivándose en todo el mundo con narradores como Haruki Murakami. Su primera
novela ‘El Túnel’ (1948), marca el inicio de una trilogía que supone el vigor de la secta
de los ciegos, revelada en ‘Sobre Héroes y Tumbas’ (1962) y terminada con
‘Abaddón el Exterminador’ (1974). En esta primera novela un pintor revela un secreto
peligroso y trascendente.
La vida es como un túnel para el pintor Pablo Castel donde la esperanza en el amor y la
comunicación apenas se representa por una pequeña ventana donde una mujer de
espaldas mira al mar. Este detalle solo es percibido por la hermosa María Iribarne,
mujer de mundo casada con Allende, un viejo invidente ligado a la secta de los ciegos,
aunque esto solo se verá en la segunda novela. El secreto descubierto por Castel no
debe comunicarse al mundo o peligrará la hegemonía de la secta, a menos que sea
detenido.
Ernesto Sábato
Los críticos no siempre tienen la razón
El mundo del arte parece escindido entre creadores y críticos, intentando velar secretos
arcanos los primeros y decodificarlos los segundos. Sin embargo la ventanita del
cuadro La maternidad de Castel no es entendida ni observada por los estudiosos que no
captan el misterio arcano que intenta descifrar. Hay un culto matriarcal cuyo poder sirve
2. a la secta de los ciegos para dominar el mundo, no son meros invidentes sino hombres
que liberan los ímpetus de sus instintos para satisfacer su sed de poder al máximo.
Estos impulsos ciegos que potencian a los jerarcas son entendidos como la base de su
poder cuando Castel está en prisión por matar a María. Ella es la víctima de un
sacrificio cuyo objeto es inculpar a Castel del crimen cuando afloran estos impulsos en
el y no los puede canalizar ni dominar, y en un desarreglo de su psyque apuñala a la
chica por celos, rencor y un atormentado amor. Castel preso está desacreditado por lo
que Foucault llama el discurso del loco, que no se toma como fuente de conocimiento.
El silencio de la crítica es preocupante en un mundo donde los misterios arcanos son
dominados por una minoría que puede entronarse como conciencia suprasensible de la
sociedad. El mismo progreso del arte requiere que los críticos asuman el riesgo
académico al comentar cualquier obra, clásica o nueva. Por otro lado, la divulgación de
los secretos del arte no puede realizarse abiertamente, pues estos conocimientos son de
acceso cerrado, y el que construye la obra de arte los domina y maneja mejor.
El fracaso del Eros
Portada de El Túnel
Castel tiene su taller de arte donde se acuesta con una prostituta rumana que le recuerda
a María Iribarne. Recurre a esta servidora del placer porque no tiene a María todo el
tiempo que quiere, ya que ella está compartida con Allende, el primo Hunter de la chica
y numerosos amantes que el anciano invidente consiente. Sábato retoma el tópico de la
escasez de la belleza femenina en el mundo, actualizada como bien escaso, y también la
realidad recurrente sobre las mujeres hermosas que paran asediadas y ocupadas.
3. El Eros pleno también es un bien escaso, más porque la novela parte de la falta de
comunicación en el mundo, donde el arte parece la vía de salvación pero es un lenguaje
aún no compartido que requiere un entrenamiento, disposición y sensibilidad que no
pueden ser improvisados. El arte instalado como lenguaje universal fue el sueño de toda
la vanguardia, y por ello compartido por sus ismos como el surrealismo. El mensaje
encriptado invita a despertar a unos pocos receptores que sientan esa verdad.
A pesar que Castel logra el amor físico con María siente que la comunicación no llega a
la plenitud, por momentos sospecha que es víctima de un plan mayor, donde el
representa el trebejo de un ajedrez que podría socavar el poder de fuerzas oscuras. El
Eros es otra fuerza e impulso que puede mediatizarse para fines de poder, sujeción de
la voluntad y manipulación. Castel no solo ama a María también a su arte, que tiene
como modo de vida, en prisión se consume sin el Eros y sin la creación artística.
El descenso de Castel
Para todo artista, sea pintor, escritor o músico lo peor es estar privado de su arte, con el
agravante de ser perseguido por su producción que pertenece al plano de la ficción,
pero tomando como referente la realidad es una forma de interpretar el mundo. El
tiempo del relato es 1946, queda todavía conmocionado el mundo por la segunda
guerra mundial y fuerzas del mal como el nazismo han dejado una secuela de muerte y
asesinato de artistas e intelectuales que osaron desafiarlos y cuestionarlos desde las
letras.
Ernesto Sábato
Robert Desnos murió poco después de ser liberado de un campo de concentración,
Antoine de Saint Exupéry fue derribado por los nazis, Paul Valéry sobrevivió pero
tomó parte de la resistencia. Si el artista es un ser privilegiado en sensibilidad, no está
4. destinado a callar, lo que produce es representación de la realidad, y también un
mensaje trascendente de conexión del hombre con la vida, por ello los vacíos y
problemas de la sociedad se recrean trascendiendo la mera denuncia.
Juan Pablo Castel era un pintor de mérito intelectual, reconocido por la crítica, que en la
obra actúa en bloque como un solo sujeto actuante. El asesinato de María es su
descenso a los límites de la secta, su encuentro con el mal como poder que se frustra en
el intento de realización porque no puede dominar esa conducta sin tener
remordimientos. Castel vislumbra la ventana para escapar del túnel pero no la alcanza,
es testigo de ella, y está destinado a sufrir por haber querido despertar al mundo a otro
nivel de conciencia.
Conclusión
El túnel es una metáfora de la vida donde se invita al ser humano a despertar y alcanzar
la conciencia del peligro que significa quedarse en la oscuridad de los impulsos ciegos
que dominan la conducta. Es una novela sobre el poder oculto, las trampas a los artistas
que entienden su modus operandi y el silencio por la coerción de los inconformes