La revolución liberal ecuatoriana de 1895 culminó un largo proceso de reformas que comenzó en 1851 cuando José María Urbina derrocó al gobierno y decretó la abolición de la esclavitud el 24 de julio de ese año. Urbina estableció un sistema de indemnización para los antiguos dueños de esclavos y destinó parte del presupuesto estatal a este fin. La Asamblea Nacional ratificó la abolición en 1852 después de debatir entre la abolición inmediata y escalonada, imponiéndose