La contaminación y el cambio climático han hecho que las energías renovables sean más importantes. La energía solar se puede usar de tres formas: pasiva, mediante la arquitectura de edificios; fotovoltaica, generando electricidad a partir de paneles solares; y térmica, calentando agua con colectores solares. Además, la energía solar es la base de otras energías como eólica e hidráulica, e incluso tuvo influencia en la formación de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo.