Inês trabajó como modelo en Brasil desde los 20 hasta los 28 años, cuando dejó la profesión debido a que subió 2 centímetros de estatura. Aunque a veces recibía prendas de vestir de los desfiles en los que participaba, su principal compensación eran los fines de semana que le regalaban en casas turísticas u hoteles. Inês recomienda la profesión de modelo pero advierte que se necesita mucho valor debido a lo duro y exigente que es.