El documento clasifica las crisis epilépticas en parciales y generalizadas. Las crisis parciales se dividen en simples, que afectan una parte del cuerpo sin alterar la conciencia, y complejas, que pueden incluir alucinaciones y alteración de la conciencia. Las crisis generalizadas son no convulsivas como las ausencias o convulsivas como las tónico-clónicas, que implican rigidez, convulsiones y pérdida de conciencia.