La banca electrónica permite acceder a servicios bancarios a través de Internet o teléfono las 24 horas del día. Apareció en España en 1995 y ofrece comodidad, ahorro de tiempo y costes, y una amplia gama de servicios personalizados. Sin embargo, también plantea preocupaciones sobre seguridad y privacidad de datos, así como limitaciones para usuarios sin acceso a Internet.