Los eritrocitos transportan oxígeno a los tejidos gracias a la hemoglobina y la anhidrasa carbónica que contienen. Se producen principalmente en la médula ósea regulados por la eritropoyetina, aunque también en el hígado y bazo durante el desarrollo. Su maduración depende de la vitamina B12 y el ácido fólico, por lo que deficiencias de estos pueden causar fallas en la maduración de los eritrocitos.