La verdadera religión consiste en la relación consciente del alma con Dios a través de la experiencia espiritual del Ajustador del Pensamiento. Esta experiencia proporciona la certeza de la presencia divina en nuestro interior y la seguridad de la sobrevivencia de la personalidad después de la muerte. La verdadera religión implica el crecimiento espiritual a través de la fe, la oración, la adoración y la meditación, lo que agrega nuevos significados a la vida y genera amor y servicio hacia los demás.