El documento discute tres formas en que podemos establecer la conciencia de Dios en nosotros a través de la fe: 1) Aceptar la idea de que Dios existe en la mente, 2) Aceptar la perfección infinita de Dios en el alma, y 3) Aceptar a Dios como una realidad espiritual en el espíritu. Jesús enseñó que a través de la fe sincera y el hambre por la verdad podemos entrar en el Reino de Dios, siguiendo su ejemplo de fe viviente en comunión con su Padre.

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DE: JAIME DIAZ PAGE (MÉXICO)
JUNIO 2005
ESCRITO 34
LA COMPRENSIÓN DE LA CONCIENCIA DE DIOS
POR LA FE
Amados estudiantes del Libro de Urantia, reciban mi saludo fraterno en la luz del
Padre amor. En esta ocasión presentamos lo que los reveladores nos enseñan acerca del
establecimiento de la Conciencia de Dios en nosotros, los seres humanos mortales, en
nuestro camino evolutivo hacia el Padre en el Paraíso.
Los reveladores nos hacen saber que es casi imposible que por medio de nuestra
lógica humana y razón finita armonicemos el concepto de “Dios dentro de nosotros” y
como parte nuestra, con el concepto de un “Dios Trascendente y Personal que tiene
residencia en el Paraíso”, fuente de todas las cosas y seres. 69:2.
Nos aclaran que la mejor forma posible de armonizar, conciliar y unificar estos dos
conceptos de la Deidad, es solamente por medio de la Fe, de la comprensión que brinda el
ejercicio de la Fe; justificando de esta manera el culto adorador e inteligente a Dios,
validando la esperanza de supervivencia de nuestra alma y personalidad. 69:2
Es solo por el ejercicio de la Fe que lograremos armonizar y unificar estos dos
conceptos de la Deidad, Dios como un fragmento (Ajustador divino) morando en nosotros y
Dios residiendo en el Paraíso.
Enseña la revelación que este proceso de unificación de los dos conceptos de Dios
mediante el ejercicio de la Fe, se establece en tres niveles o factores variables de
comprensión de la conciencia de Dios:
A) El nivel de la Mente: aceptamos la idea de Dios, que Dios existe.
B) El nivel del Alma: aceptamos el ideal de Dios, su Perfección Infinita.
C) El nivel del Espíritu: aceptamos que Dios es una Realidad Espiritual. 69:7.
Llega un momento en que nuestra mente cree en Dios y que nuestra alma llega
finalmente a conocer a Dios como una realidad espiritual mediante la experiencia
religiosa personal genuina, progresando espiritualmente en compañía de la presencia de
Dios (Ajustador divino), disfrutando nuestra alma de las satisfacciones espirituales que
brinda la verdadera adoración a Dios. 69: 6,7.
Esta comprensión divina mediante el ejercicio de la Fe, aunque no sea muy completa,
basta para que alcancemos el nivel consciente de la comprensión de la realidad de Dios.
69:7. Cuando creemos en Dios y nuestra alma conoce a Dios en la intimidad espiritual; y
cuando con el Ajustador del Pensamiento anhelamos a Dios, la supervivencia de nuestra
alma y personalidad estará segura. Si somos capaces de discernir el bien y el mal y adorar
a Dios conscientemente en unión con nuestro Ajustador del Pensamiento, será todo lo
que necesitemos para producir en nosotros las cualidades de supervivencia que nuestra alma
necesita. Si verdaderamente buscamos a Dios y deseamos ser como Él, eligiendo hacer su
voluntad, alcanzaremos la salvación de nuestro yo obteniendo la vida eterna. 69:7; 70:2.

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Jesús enseñó que por medio de la Fe entramos inmediatamente en el Reino del Padre.
Enseñó que dos cosas eran necesarias para entrar al reino por medio de la fe: la sinceridad y
el hambre por la verdad (la sed de rectitud). Realicemos un cambio en nuestra mentalidad
que nos lleve a encontrar a Dios, conocerlo y desear ser como Él. 1861: 2, 3, 4. La Fe que
forjó Jesús era una Fe viviente, dinámica y trascendente. Jesús desea que compartamos con
Él su Fe viviente y trascendente, que creamos como el creía; de esta manera “seguimos” a
Jesús. 1861:2, 3,4; 2089:4.
LA FE DE JESÚS
a) Fue experiencial y progresiva desde su niñez hasta su vida adulta.
b) Era dinámica, viviente y sublime.
c) Surgió de la comunión directa con su Padre, su Ajustador residente.
d) No era una creencia espiritual; era una experiencia sublime en su contacto con
Dios, que residía en su mente humana.
e) Destruía las dudas espirituales y los deseos contradictorios.
f) Ante la presencia de su Padre, le permitía permanecer tranquilo ante las
dificultades.
g) Le permitió unificar formidablemente su personalidad humana con su naturaleza
divina.
h) En comunión con su Padre le permitió visualizar que “los valores espirituales” se
encontraban en el Reino de Dios.
i) Dominaba sus pensamientos, sentimientos, creencias, oraciones, enseñanzas y
predicación.
j) Era tan grande que llegó al “olvido de sí mismo” y permitió que el Padre se
manifestara en Él.
k) Le permitió concebir que el Reino de Dios incluía hacer la voluntad de Dios.
l) Era tan robusta que no tenía temor alguno.
m) Le permitió tomar decisiones firmes y valientes; enfrentar intrépidamente las
decepciones; superar grandes dificultades; enfrentar las duras exigencias del deber
sin vacilar y sin dudar.
La exaltación espiritual que surgía en el alma de Jesús se debía a su experiencia
personal con Dios, mediante la oración inteligente y la adoración sincera. La comunión con
su Padre le daba una fuerte voluntad y una confianza indefectible. Jesús nos invita a que
creamos con Él como Él creía en su Padre. Jesús desea que vivamos nuestra vida religiosa en
unión con nuestro Padre Celestial y Jesús mismo, a través de su Espíritu de la Verdad que en
nosotros mora, pues Jesús dijo: “Nadie va al Padre si no es a través de mí. Todos los que
encuentran al Padre, primero me encuentran a mí.” Jesús dedicó su vida a mantener una Fe
viviente en Dios mediante “la sublime experiencia religiosa” en la que su alma comulgaba
con el Espíritu de su Padre. 1947:7; 2088:5.
La revelación personal de Jesús al mundo, de su Padre Celestial y su amor por todos
los seres humanos, descubrió para todos los mundos de la galaxia una religión nueva y
superior; basada en las relaciones personales espirituales con el Padre Universal y
validada por la experiencia personal auténtica de Jesús. 2087:4.
Debemos entender entonces que la verdadera religión por la fe aparece en nosotros los
mortales cuando, como Jesús, mantenemos relaciones personales espirituales con Dios,

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nuestro Padre Universal, asociándonos de todo corazón con nuestro Ajustador del
Pensamiento (Dios en nosotros); esta es la experiencia personal e individual.
Jesús, en íntima asociación con su Padre que está en el cielo (su Ajustador residente),
lo llevó a fundar: “La Religión de la Experiencia Personal” haciendo la voluntad de
Dios y sirviendo a la fraternidad humana. Podemos predicar una religión “acerca de
Jesús”, pero “la religión de Jesús”, tenemos que vivirla, experimentarla, porque es
personal. 2092:5; 2091:10.
ENSEÑANZA DE LOS REVELADORES ACERCA DE LA FE
a) la Fe revela a Dios en el alma del religioso;
b) la Fe es un atributo vivo de la experiencia religiosa personal genuina:
c) la Fe religiosa es una experiencia viva que comprende los significados espirituales, los
ideales divinos y los valores supremos;
d) la Fe religiosa es conocedora de Dios y sirve altruistamente al hombre;
e) la Fe surge en el corazón del religioso individual;
f) la Fe es personal;
g) la Fe vitaliza la religión personal y obliga al religioso a vivir de acuerdo a la regla de
oro;
h) la Fe viva es más que las creencias nobles;
i) la Fe es expansiva y liberadora, la creencia es limitadora, fija;
j) la Fe no escapa del deber de solucionar los problemas del vivir mortal;
k) la Fe viva no fomenta el fanatismo, la persecución ni la intolerancia;
l) la Fe no encadena la imaginación creativa del hombre.
La creencia se convierte en fe cuando motiva la vida, cuando da forma a la manera de
vivir. La aceptación de una enseñanza como verdadera no es fe, es creencia. El estado mental
de un hombre llega a los niveles de la Fe tan solo cuando domina efectivamente la manera de
vivir. Pág. 1114, LA FE Y LA CREENCIA.
Amados estudiantes de la revelación de Urantia, es mi deseo que las verdades
presentadas en este escrito, provenientes de la Revelación divina nos ayuden a valorar nuestra
propia concepción de la conciencia de Dios en nosotros mismos. ¿Qué estamos haciendo
por establecerla de acuerdo a las enseñanzas de los reveladores y Jesús de Nazaret? Y que
podamos valorar en la justa medida la religión que Jesús fundó, para que implementándola
en nosotros mismos alcancemos a descubrir por el camino de la comunión adoradora con
Dios, nuevos significados de los valores divinos a través de la guía de nuestro Ajustador del
Pensamiento y la revelación del Espíritu de la Verdad que Jesús nos donó. Asentando
nuevamente que Jesús fundó para nosotros y para todas las humanidades de la Galaxia: “La
Religión de la Experiencia Personal,” significando la relación personal, viva y
consciente con nuestro Padre Celestial que mora en nosotros como un fragmento de sí
mismo –Ajustador del Pensamiento-. El Padre en su amor infinito mora en nosotros
mediante su divina presencia espiritual, para que por nuestra decisión y esfuerzo lo
conozcamos y seamos uno con Él. Reciban un abrazo fraterno de su hermano Jaime.
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Este trabajo usa citas procedentes de El libro de Urantia, © 1993, que es la traducción al español de The Urantia
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