Este documento presenta resúmenes breves de fragmentos de obras de varios escritores realistas como Armando Palacio Valdés, Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo Bazán y Herman Melville. El fragmento de Palacio Valdés describe una escena de carnaval en Santa Rogelia. El fragmento de Galdós presenta un poema llamado "La Emilianada". El fragmento de Pardo Bazán describe un paisaje que ve el protagonista mientras cabalga. No se presenta fragmento de la obra de Herman Melville.
La narración. Materiales preparados para 3º ESO. Este material se encuentra protegido bajo una licencia Creative Common: si se desea utilizar se debe citar la autoría original, se debe reproducir íntegro y el propósito debe ser exclusivamente académico sin intereses lucrativos.
Apuntes utilitzados en las clases de literatura de bachillerato.
Carme Codina y Sílvia Caballeria profesoras del Colegio Sant Miquel dels Sants de Vic. Barcelona. Spain.
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Apuntes utilitzados en las clases de literatura de bachillerato.
Carme Codina y Sílvia Caballeria profesoras del Colegio Sant Miquel dels Sants de Vic. Barcelona. Spain.
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
1. 3 “E”
T.M
2019
Alumnos:
Palacio Hernández Luis Fernando
Pargas Ontiveros Merari Fernanda
Reyes Batres Aldo
Rivera Córdoba Andrea Abigail
Salazar Guerrero Tadeo Sebastian
Sánchez Sotelo Stefanny
Torres Chavarría Claudia Elízabeth
Uribe Macías Nancy Gabriela
ESCRITORES DEL REALISMO
Escuela: Ricardo Flores Magón
2. 2
Dedicatoria
A nuestros padres:
Que gracias a su esfuerzo y cariño que nos dieron para realizar esta antología.
A nuestra profesora:
Gracias por encauzarnos en el camino de la literatura, para así hacer de nosotros
mejores seres humanos, con nuevas ideologías.
3. 3
PRESENTACIÓN
Antología de escritores del realismo
Palacio Hernandez Luis Fernando
Pargas Ontiveros Merari Fernanda
Reyes Batres Aldo
Rivera Córdoba Andrea Abigail
Salazar Guerrero Tadeo Sebastian
Sánchez Sotelo Stefanny
Torres Chavarría Claudia Elízabeth
Uribe Macías Nancy Gabriela
Esc.Sec.Gral Ricardo Flores Magon
Ciudad Lerdo Dgo.
3 grado sección “E”
Español
Karla Irlanda Rodríguez Favela
19/ Noviembre / 2019
4. 4
PRÓLOGO
Esta antología se basa en las obras de los escritores del realismo, es una
breve recopilación de obras del realismo, las cuales esperamos que sean del
deleite de los lectores, tratando de recuperar las obras literarias y únicas en la
época actual.
5. 5
INDICE
Armando Palacio Valdés 6
Benito Pérez Galdós 8
Emilia Pardo Bazán 10
Herman Melville 11
Jules Bretón 13
José María Pereda 15
Juan Valera 16
Leopoldo Alas “Clarín” 19
Vicente Blasco Ibáñez 20
Epílogo 22
6. 6
ARMANDO PALACIO VALDÉS
Armando Palacio Valdés nació el 4 de octubre de 1853 en Entralgo
(Oviedo). Era hijo de un abogado ovetense, Silverio Palacio y Eduarda Valdés,
que pertenecía a una adinerada familia de Avilés, y se educó en esta ciudad hasta
1865, en que se trasladó a Oviedo a vivir con su abuelo para estudiar el
bachillerato, lo que entonces se hacía en el mismo edificio de la Universidad, en
aquel tiempo tuvo la oportunidad de leer la Ilíada, de Homero traducida en verso
blanco por José Mamerto Gómez Hermosilla, que lo impresionó fuertemente y
abrió su interés por la literatura y la mitología. Por entonces formó parte de un
grupo de jóvenes intelectuales mayores que él de los cuales se consagraron a la
literatura Leopoldo Alas y Tomás Tuero, con los que entabló una especial amistad.
En septiembre de 1870 obtuvo el grado de bachiller en Artes y en octubre
se trasladó a Madrid para seguir en la Universidad Central la carrera de Leyes,
cursando los estudios de Derecho y de Administración, de los que se licenció en
1874. En Madrid mantuvo la relación con Clarín y con Tomás Tuero (los cuales en
1872 vivían en el mismo piso y sacaron tres números de Rabagás, periódico
audaz, político satírico). Escribió también como crítico, en colaboración con
Leopoldo Alas, La literatura en 1881.
Se casó con Luisa Maximina Prendes, que falleció en 1885 tras un año y medio de
matrimonio y se casó de nuevo en 1899 en segundas nupcias con Manuela Vega
y Gil. Al morir José María de Pereda en 1906, ocupó el sillón vacante en la Real
Academia Española.
Se dio a conocer como novelista con El señorito Octavio (1881), pero ganó
la celebridad con Marta y María (1883), ambientada en la ciudad ficticia de Nieva,
que en realidad representa a Avilés. Escribió numerosas novelas, pero también se
dedicó al relato breve y a las traducciones. Falleció el 29 de enero de 1938, en
Madrid, en plena guerra civil, a los 84 años de edad.
SANTA ROGELIA
FRAGMENTO:
"Santa y su parroquiano despertaron ... Hablábanse poco, sólo lo
indispensable para zaherirse con pullas o embozadas injurias, como si después de
una noche de compradas caricias hubiesen recordado de súbito que, exceptuando
la lujuria apaciguada de él, no existía entre ellos más que el eterno odio, que, en el
fondo separa a los sexos. (...) ¡La gresca que se armó en la vivienda! Ahora todas
pedían ser de la alegre partida, y se bromeó, se ajustaron onerosos contratos, se
aumentó la caravana y se hizo venir otra calandria que resultó desvencijada,
mugrienta, gemidora, y con un par de sardinas que ni para el redondel servían -
según autorizado dictamen de El Jarameño.
7. 7
Partieron los carruajes en línea recta y uno tras otro, cuando la iluminación
de la ciudad comenzaba, al tiempo que los enormes focos municipales que se
mecen en las esquinas y a la mitad de las calles -mezclados a las innúmeras luces
incandescentes que cubrían caprichosamente las fachadas del comercio rico, y a
los humildes farolillos de vidrio o papel con que adornaban las suyas los
mercaderes pobres y los particulares ídem- prestaban a la metrópoli mágico
aspecto de apoteosis teatral. Desde que desembocaron en la ancha avenida
Juárez, divisaron las calles de San Francisco y Plateros rebosantes de luz, sin
transitar de vehículos, insuficientes para encauzar entre sus dos aceras aquel
encrespado y movedizo mar de gente que se encaminaba a la Plaza de Armas.
Por sobre las cabezas, se veían, aquí y allí, chiquillos del pueblo
encaramados en las espaldas del papá; guitarras que parecían caminar sin dueño,
caídas de lo alto, y flotar a la ventura encima de esas ondas revueltas, policromas,
incesantes. Avanzaban los coches paso a paso, y al llegar a la esquina del Puente
de San Francisco, la impenetrabilidad de la masa y la prohibición de los
gendarmes de a caballo de seguir adelante, los forzó a detenerse y consultarse
respecto de la ruta que habrían de adoptar. Santa -del pueblo al fin- opinó por una
caminata a pie, confundidos con la turba que casi rebosaba de las aceras y del
arroyo; pero sus compañeras, españolas, atemorizadas frente al monstruo -cuyos
coloquios, silbidos, exclamaciones, gritos y risas eran la perfecta imagen de un
huracán-, se opusieron decididamente, mejor renunciaban al paseo.
Los hombres tampoco aprobaron la idea, pues no les halagaba ir desde
luego a la Plaza, y empaquetados dentro de los incómodos simones aguantar el
concierto de todas las bandas militares de la guarnición reunidas, y toca que toca
de las nueve a las once. Mejor cenar, a prisita, y después de la cena, al Grito. "
8. 8
BENITO PÉREZ GALDÓS
Se le considera uno de los mejores representantes de la novela realista del
siglo XIX no solo en España y un narrador capital en la historia de la literatura en
lengua española, hasta el punto de ser propuesto por varios especialistas y
estudiosos de su obra como el mayor novelista español después de Cervantes.
Galdós transformó el panorama novelesco español de la época,4
apartándose de la corriente romanticista en pos del naturalismo y aportando a la
narrativa una gran expresividad y hondura psicológica.3 En palabras de Max Aub,
Galdós, como Lope de Vega, asumió el espectáculo del pueblo llano y con «su
intuición serena, profunda y total de la realidad», se lo devolvió, como Cervantes,
rehecho, «artísticamente transformado». De ahí que «desde Lope ningún escritor
fue tan popular, ninguno tan universal desde Cervantes».
Pérez Galdós fue académico de la Real Academia Española desde 1897 y
llegó a ser propuesto al Premio Nobel de Literatura en 1912. Aunque, salvo en su
juventud, no mostró especial afición por la política, aceptó su designación como
diputado en varias ocasiones y por distintas circunscripciones.
LA EMILIANADA
FRAGMENTO:
Un ruido sordo en el recinto suena
Y los valientes de pavor transidos
Contemplen todo con horrible pena
Sus furores en miedo convertidos.
La herrada puerta entre sus goznes gira
Y en el dintel don Lucas se abalanza
Bañado el rostro, que terror inspira,
Con la sonrisa cruel de la venganza.
Con ojos de Satán la turba mira,
Cual tigre se apresta a la matanza,
Cual hambriento cóndor que ve delante
9. 9
Rojo montón de carne palpitante.
Disperso corre el engreído bando
A la vista del jefe furibundo,
Con vergüenza y despecho deseando
Que se lo trague el ámbito profundo.
¡Esclavo sin razón!, ¿por qué combates?
Humíllate al poder de los magnates.
10. 10
EMILIA PARDO BAZÁN
Emilia Pardo-Bazán y de la Rúa-Figueroa, o simplemente Emilia Pardo
Bazán, (La Coruña, 16 de septiembre de 1851-Madrid, 12 de mayo de
1921), condesa de Pardo Bazán, fue una noble y novelista, periodista, feminista,
ensayista, crítica literaria, poetisa, dramaturga, traductora, editora, catedrática y
conferenciante española introductora del naturalismo en España. Fue una
precursora en sus ideas acerca de los derechos de las mujeres y el feminismo.1
Reivindicó la instrucción de las mujeres como algo fundamental y dedicó una parte
importante de su actuación pública a defenderlo.2
Entre su obra literaria una de las
más conocidas es la novela Los pazos de Ulloa (1886).
LOS PAZOS DE ULLOA
FRAGMENTO:
Al acabarse el repecho, volvió el jaca la sosegada andadura
habitual, y pudo el jinete enderezarse sobre el aparejado redondo, cuya anchura
inconmensurable le había descoyuntado los huesos todos de la región sacro-
ilíaca. Respiró, quitóse el sombrero y recibió en la frente sudorosa el aire frío de la
tarde. Caían ya oblicuamente los rayos del sol en los zarzales y setas, y un peón
caminero, en mangas de camisa, pues tenía su chaqueta colocada sobre un
mojón de granito, daba lánguidos azadonazos en las hierbecillas nacidas al borde
de la cuneta. Tiró el jinete del ramal para detener a su cabalgadura, está, que se
había dejado en la cuesta abajo las ganas de trotar, paró inmediatamente. El peón
alzó la cabeza, y la placa dorada de su sombrero relució un instante.
- ¿Tendrá usted bondad de decirme si falta mucho para la casa del señor
marqués de Ulloa?
- ¿Para los Pazos de Ulloa?- contesto el peón la pregunta- Eso es.
- Los Pazos de Ulloa están allí- murmuró extendiendo la mano para señalar
a un punto en el horizonte.- Si la bestia anda bien, el camino que queda pronto se
pasa… Ahora tiene que seguir hasta aquel pinar ¿ve? Y luego le cumple torcer a
mano izquierda, y luego le cumple bajar a mano derecha por un atajito, hasta el
crucero…. En el crucero ya no tiene pérdida, porque se ven los Pazos, una
“costrución” muy grandísima……………..
11. 11
HERMAN MELVILLE
(Nueva York, 1819 - id., 1891) Novelista estadounidense. A los once años
se trasladó con su familia a Albany, donde estudió hasta que, dos años después,
tras la quiebra de la empresa familiar, tuvo que ponerse a trabajar. La dificultad
para encontrar un empleo estable le llevó, en 1841, a enrolarse en un ballenero.
Fruto de sus experiencias en alta mar fueron Typee (1846) y Omoo (1847),
escritas a su regreso a Estados Unidos en 1844. En 1847 contrajo matrimonio, y
dos años después publicó Mardi. Dado que había sido etiquetado como autor de
novelas de viajes y aventuras, el simbolismo de esta obra desconcertó a crítica y
público, que la rechazaron. En 1849 apareció Redburn y un año después La
guerrera blanca, en la que arremetía ferozmente contra la rigidez de la marina
estadounidense. Con estas obras recuperó el favor del público, pero se advertía
ya la creciente complejidad que iba a caracterizar sus obras posteriores, influidas
por el simbolismo de Nathaniel Hawthorne.
En 1850 publicó Moby Dick, obra también rechazada. Esta novela,
considerada una de las grandes obras de la literatura universal, escondía una gran
metáfora del mundo y la naturaleza humana: la incensante búsqueda del absoluto
que siempre se escapa y la coexistencia del bien y del mal en el hombre, y ello
tras un argumento aparentemente simple: la obsesión del capitán Ahab por matar
a Moby Dick, la ballena blanca.
Pierre (1852) y Cuentos del mirador (1856), que contiene el relato «Bartleby
el escribiente», considerado uno de los antecedentes de la obra de Kafka, dejaban
ver el creciente desprecio del autor por la hipocresía humana. Israel Potter (1855)
y El confidente (1857) fueron las últimas obras que publicó en vida. Olvidado por
todos, su novela Billy Budd no apareció hasta 1924. La obra de Melville se tiene
como una de las cimas de la corriente romántica estadounidense.
12. 12
TAIPI. UN EDEN CANIBAL
FRAGMENTO:
¡Las Marquesas! ¡Qué extrañas visiones de cosas exóticas evoca este
mismo nombre! Huríes desnudas, banquetes canibalescos, bosquecillos de
cocoteros, arrecifes de coral, reyezuelos tatuados y templos de bambú; valles
soleados plantados de árboles de pan; canoas talladas danzando en las
chispeantes aguas azules; bosques salvajes custodiados por ídolos horribles: ritos
paganos y sacrificios humanos». Con estas palabras nos introduce Melville en el
universo de las islas de los Mares del Sur, donde recaló en 1842 -en la espléndida
bahía de Taioache, en Nukuheva-, después de un prolongado viaje a bordo del
ballenero Acushnet. Taipi es el relato prodigioso de las aventuras y desventuras
del autor en las Marquesas: la huida del barco, la angustiosa odisea por los valles
de Nukuheva, el descubrimiento de un paraíso sorprendente, la vida entre los
indígenas, sus costumbres, su dicha paradisiaca, su epicúreo primitivismo..., y el
idilio amoroso que se encarna en la belleza de Fayaway...
13. 13
JULES BRETON
Jules Adolphe Aimé Louis Breton nació en Courrières, Pas-de-Calais,
Francia, el 1 de Mayo de 1827. Hijo de campesino, quedó huerfáno de madre con
solo cuatro años, siendo criado por su padre y por su abuela materna que
inculcaron en él amor por su tierra, haciendo de este amor la parte más importante
de toda su vida, y que se vio reflejado en su pintura, ofreciéndonos en sus lienzos
una visión idílica del entorno en que se crió. Inició su formación artística en el
College St. Bertin, cerca de Saint-Omer; en 1842.
Conoció al pintor Félix de Vigne, que quedó gratamente sorprendido por el
talento de Julien, convenciendo a su familia para que le permitieran estudiar arte
en Gante. Llegó a la citada ciudad en 1843, ingresando en la Academia de Bellas
Artes, en la que tuvo como maestro a Henri van der Haert.
En 1846 se trasladó a Amberes para recibir clases del Baron Gustaf
Wappers, durante ese tiempo, se dedicó a hacer copias de las obras de los
grandes maestros flamencos. En 1875 viajó a París para seguir sus estudios en
L’Ecole des Beaux-Arts y en el taller de Michel Martin Drolling, en el que coincidió
con François Bonvin y Gustave Brion, entre otros.Comenzó a exponer en el Salón
de París: «Miseria» y «Desesperación» en 1848 y «Hambre» en 1849. Los dos
cuadros fueron destruidos.
En 1852, habiendo llegado a la conclusión que la pintura que el quería
hacer no era de temas históricos, comenzó a plasmar los recuerdos del campo, de
la naturaleza y del entorno en el que se había criado. A partir de 1853, expuso: «El
regreso de los segadores», y en 1854, tras volver a su pueblo natal y pintó «Las
espigadoras», por la que recibió una medalla de tercera clase y el reconocimiento
de público y críticos.
En la década de 1870 continuó exponiendo; en las de 1880 y 1890 su fama
se acrecentó, y puesto que sus obras se hicieron muy populares, realizó copias de
algunas de ellas. Comenzaron a llegarle numerosos encargos tanto privados como
de organismos oficiales, siendo numerosas las obras que compró el gobierno
francés y se distribuyeron en distintos museos.
En la década de 1870 continuó exponiendo; en las de 1880 y 1890 su fama
se acrecentó, y puesto que sus obras se hicieron muy populares, realizó copias de
algunas de ellas. Exhibió en varios salones, y fue uno de los pintores más
populares en su época, tanto en Francia como en Estados Unidos y Reino Unido.
En 1886 fue nombrado miembro del Instituto de Francia; en 1889, comandante de
la Legión de honor, y en 1899 miembro de la Royal Academy. Murió en París, el 5
de Julio de 1906.
14. 14
LAS ESPIGADORAS
FRAGMENTO:
Millet es uno de los primeros autores que dio importancia al mundo rural y a
los campesinos y no con un tono de “burla” como sí hicieron Brueghel en el siglo
XVI o los hermanos Le Nain un siglo después situando a los campesinos en un
interior; Millet retrata a los campesinos ensalzando la labor de éstos dentro de una
auténtica calma, relajación y total silencio. Los agricultores trabajaban muy duro
en el campo para poder subsistir y vivir en el día a día; aunque sean trabajos
duros, Millet los representa siempre con dignidad.
En 1848 Millet hizo El Cribador, una obra íntimamente ligada con el mundo
rural y que se llevó a cabo en el momento en el que se dio la revolución que acaba
con el reinado de Luis Felipe y se instaura un gobierno republicano. Un año
después Millet se instalará en la preciosa ciudad de Barbizon.
15. 15
JOSÉ MARÍA PEREDA
José María de pereda murió el 6 de febrero de 1833 sus padres fueron Juan
Francisco de pereda y bárbara Josefa Sánchez Porrúa José María de pereda fue
un novelista español de período realista autores de novelas de costumbre también
fue político afiliado al carlismo sus obras más conocidos son pequeñas arriba De
tal palo tal astilla la puchera y especialmente sutileza que le dio un gran
reconocimiento lo cual dio lugar a que en 1872 fue designado correspondiente de
la academia real española terminó los estudios de humanidades en el otoño de
1852 se trasladó a Madrid con la intención de cursar los estudios preparatorios de
ingreso en la academia de artillería de Segovia el falleció el primero de marzo de
1906 tuvieron 73 años de edad.
FRAGMENTO:
"A Andrés parecían siglos los minutos que llevaba corridos en aquel trance
espantoso, tan nuevo para él; y comenzaba aturdirse y a desorientarse entre el
estruendo que le ensordecía: la blancura y la movilidad de las aguas, qué le
deslumbraban; la furia del viento que azotaba su rostro con manojos de espesa
lluvia; los altos vertiginosos de la lancha y la visión de su sepultura entre los
pliegues de aquel abismo sin límites.
Sus Ropas estaban empapadas en el agua de la lluvia y la muy amarga
que descendía sobre el después de haber Sido lanzada al espacio, cómo densa
humareda, por el choque de las olas; flotaban en el aire sus cabellos goteando, y
comenzaba a tiritar de frío. Ni intentaba siquiera desplegar sus labios con una
sola pregunta ¿Para qué está inútil tentativa? ¿No lo llevaban todo, no respondía
todo a cuando pudiera preguntar allí la voz humana, los bramidos de la
galerna?.... "
16. 16
JUAN VALERA
Juan Valera y Alcalá Galiano nació el 18 de octubre de 1824 en Cabra,
Córdoba (España).
Valera estudió Lengua y Filosofía en el seminario de Málaga entre los años 1837 y
1840, y en el colegio Sacromonte de Granada en 1841, antes de iniciar estudios
de Derecho en la Universidad de la ciudad granadina, época en la que comenzó a
escribir en la revista “Alhambra”.
Se trasladó a Madrid para ampliar su instrucción legal y escribió poemas de
carácter romántico, publicando el libro “Ensayos Poéticos” en el año 1844.
Se casó en la ciudad de París con Dolores Delavat en 1861 y fundó las revistas
satíricas “El Cócora” y “El Contemporáneo”. Con Dolores tuvo tres hijos: Carlos
(nacido en 1869), Luis (1870) y Carmen (1872).
ras la renuncia del rey Amadeo, Juan Valera abandonó sus funciones políticas y
se retiró durante un tiempo a su casa de Doña Mencía, en Córdoba, lugar en
donde comenzó a escribir su novela más famosa, “Pepita Jiménez” (1874), libro
inspirado en su propia tía Dolores Valera y Viaña
Con posterioridad, aparecieron otros títulos como “Las Ilusiones Del Doctor
Faustino” (1874), “El Comendador Mendoza” (1877), “Pasarse De Listo” (1887),
“Doña Luz” (1879), “Juanita La Larga” (1895), “Genio y Figura” (1897) o
“Morsamor” (1899). Su estilo, realista, es cercano al de coetáneos como Benito
Pérez Galdós, Clarín o Emilia Pardo Bazán.
También destacó en el cuento con relatos como “El Pájaro Verde”, “El Caballero
Del Azor”, “Parsondes”, “El Espejo De Matsumayama”, “El Hechicero”, “El Duende-
Beso”, “El Pescadorcito Urashima” o “La Buena Fama”.
Importante:
Su estilo abandonó el romanticismo primerizo por una escritura preciosista y fluida
con una sutil descripción de personajes y situaciones que le convierten en uno de
los grandes novelistas de la literatura española del siglo XIX.
Frases suyas:
El bien debe estar siempre a la moda.
El universo con todas sus pompas y hermosuras es un caos para el hombre sin fe.
Obra más famosa:
17. 17
En el año 1874 se publicó “Pepita Jiménez”, uno de los libros más conocidos de
Juan Valera, nombre fundamental de la novela decimonónica española.
Luis de Vargas, hijo del cacique Don Pedro, se encuentra en la hacienda de su
padre en pueblo andaluz, alejado del seminario en donde estudia para sacerdote.
Don Pedro le hace hecha un ojo a Pepita Jiménez, una joven y atractiva viuda
que también desea Luis, poniendo así en duda su vocación como religioso.
FRAGMENTO
CAPÍTULO I:
Cartas de mi sobrino
22 de Marzo.
Querido tío y venerado maestro: Hace cuatro días que llegué con toda
felicidad a este lugar de mi nacimiento, donde he hallado bien de salud a mi padre,
al señor vicario y a los amigos y parientes. El contento de verlos y de hablar con
ellos, después de tantos años de ausencia, me ha embargado el ánimo y me ha
robado el tiempo, de suerte que hasta ahora no he podido escribir a Vd.
Vd. me lo perdonará.
Como salí de aquí tan niño y he vuelto hecho un hombre, es singular la
impresión que me causan todos estos objetos que guardaba en la memoria. Todo
me parece más chico, mucho más chico; pero también más bonito que el recuerdo
que tenía.
La casa de mi padre, que en mi imaginación era inmensa, es sin duda una gran
casa de un rico labrador; pero más pequeña que el Seminario. Lo que ahora
comprendo y estimo mejor es el campo de por aquí. Las huertas, sobre todo, son
deliciosas. ¡Qué sendas tan lindas hay entre ellas! A un lado, y tal vez a ambos,
corre el agua cristalina con grato murmullo. Las orillas de las acequias están
cubiertas de yerbas olorosas y de flores de mil clases. En un instante puede uno
coger un gran ramo de violetas. Dan sombra a estas sendas pomposas y
gigantescos nogales, higueras y otros árboles, y forman los vallados la
zarzamora, el rosal, el granado y la madreselva.
Es portentosa la multitud de pajarillos que alegran estos campos y
alamedas. Yo estoy encantado con las huertas, y todas las tardes me paseo por
ellas un par de horas….
18. 18
Página 6 quinto párrafo: (puede que solo este párrafo comunique principalmente
de que se trata)
Mañana como en casa de la famosa Pepita Jiménez, de quien
verdaderamente habrá oído hablar sin duda alguna. Nadie ignora aquí que mi
padre la pretende.
Mi padre, a pesar de sus cincuenta y cinco años, está tan bien que puede
poner envidia a los más gallardos mozos del lugar. Tiene además el atractivo
poderoso, irresistible para algunas mujeres, de sus pasadas conquistas, de su
celebridad, de haber sido una especie de D. Juan Tenorio.
No conozco aún a Pepita Jiménez. Todos dicen que es muy linda. Yo
sospecho que será una beldad lugareña y algo rústica. Por lo que de ella se
cuenta, no acierto a decidir si es buena o mala moralmente; pero sí que es de gran
despejo natural. Pepita tendrá veinte años; es viuda; sólo tres años estuvo casada.
Era hija de doña Francisca Gálvez, viuda, como Vd. sabe, de un capitán retirado:
Conclusión:
Con rasgos realistas y románticos, la primera parte del libro es una brillante
narración epistolar, con el protagonista, Luis de Vargas, informando a su tío, el
deán, de su progreso emocional con Pepita Jiménez a través de un envío regular
de cartas.
Estas cartas no solo sirven para convertirnos en testigos del sereno
acercamiento amoroso de Luis hacia Pepita, sino también para recrear un
ambiente rural andaluz e interiorizar de forma creciente una zozobra emocional
sobre aspectos morales, sentimentales y religiosos, con una honda carga
psicológica.
19. 19
LEOPOLDO ALAS “CLARÍN”
Leopoldo Alas Clarín, fue bautizado con el nombre de Leopoldo García-Alas y
Ureña, el Clarín realmente fue un apodo. Nació el día 25 de abril de año 1852, en
la ciudad de Zamora. Muy conocido por su novela La Regenta, publicada en 1884,
el primer tomo y en 1885, el segundo. Leopoldo Alas Clarín
Leopoldo Alas Clarín, fue bautizado con el nombre de Leopoldo García-Alas y
Ureña, el Clarín realmente fue un apodo. Nació el día 25 de abril de año 1852, en
la ciudad de Zamora. Muy conocido por su novela La Regenta, publicada en 1884,
el primer tomo y en 1885, el segundo.
Fue el hijo número 3, de una familia asturiana que se mudó a Oviedo, cuando a su
padre lo nombraron gobernador de esa región. Allí vivió desde los siete años.
Estudió primaria con los Jesuitas. Durante esta etapa, en su colegio, ganó un
premio literario.
En 1859, se muda nuevamente a Asturias con la familia. Allí comienza su
verdadero entrenamiento como escritor, con la lectura de los grandes de las letras
como Cervantes y Fray Luis de León, que reposaban en la biblioteca familiar.
Ingresa a la Universidad de Oviedo para estudios preparatorios en 1863, con solo
11 años. Allí estudió aritmética, doctrina cristiana y latín, en esta etapa conoce a
tres de sus mejores amigos: Armando Palacios Valdés, Pío Rubín y Tomás Tuero,
con quienes luego fundó el Bilis Club.
El Bilis Club fue un grupo literario que se reunía en un principio, en la Cervecería
Inglesa en Madrid, luego pasaron las reuniones a la Cervecería Escocesa y por
último, al café Nueva Iberia. Surgieron de allí revistas como Rabagás, así como
críticas mordaces a la literatura de su tiempo.
CUESTA ABAJO
FRAGMENTO:
“El que habría de esta suerte al portero, de haberle oído, es el
principal personaje de estas memorias, el que tiene el honor de dirigirse la
palabra, el autor, yo, D.Narciso Arroyo. Tengo treinta y seis años, ninguna cana,
pocos desengaños, ninguno de esos personales que llegan al corazón; creo haber
amado bastante, he creído suficiente, no me remuerde la conciencia por ninguna
gran picardía de acción o de omisión; y no emigro de España porque cuando
sueño que estoy lejos de la patria me dan amagos de disnea, allá entre
pesadillas.”
20. 20
VICENTE BLASCO IBÁÑEZ
Vicente Blasco Ibáñez nació en Valencia el 29 de enero de 1867. Cursó los
estudios de Derecho, que terminó, aunque prácticamente no ejerció.
En su juventud colaboró en el almanaque Lo Rat-Penat con algunos textos en
catalán, en plena Renaixença, por influencia de Constantí Llombart pero
enseguida continuó su obra literaria y periodística en castellano y fue opositor del
grupo valencianista dirigido por Teodor Llorente.
Blasco Ibáñez era un hombre de acción que dedicó su vida a la escritura, a
la militancia política y a saborear la vida.
Fue militante del partido republicano desde su juventud. Fundó el diario El
Pueblo en su ciudad natal, fue en varias ocasiones diputado a Cortes y se batió en
duelo reiteradas veces. En uno de estos desafíos estuvo a punto de perder la vida.
La bala le dio en la hebilla del cinturón, gracias a lo cual se salvó.
Un breve exilio a París en 1890 lo puso en contacto con la narrativa francesa del
naturalismo. En la política se distanció de Pi i Margall, creó su propio partido, y
desde El Pueblo desarrolló una incesante campaña de ataques al gobierno de
restauración. También organizó manifestaciones en contra de los gobiernos de
Sagasta y Cánovas y contra la guerra de Cuba. Este activismo le costó el exilio en
varias ocasiones e, incluso, la cárcel en el año 1896. Fue diputado a las Cortes en
varias legislaturas (1898, 1899, 1901, 1903, 1905, 1907). En 1908 abandonó la
política activa.
Hacia 1909 viajó a la Argentina en donde, además de crear dos ciudades,
Nueva Valencia y Cervantes, impartió conferencias en torno a la historia y la
literatura españolas, aunque desistió en 1913.
Años después, Vicente Blasco Ibañez, uno de los novelistas más famosos
de aquel cambio de siglo, marchó a París, coincidiendo con el inicio de la Primera
Guerra Mundial. Allí recibió el encargo personal del Presidente Raymond Poincaré
de escribir una novela sobre la guerra, que fue Los cuatro jinetes del Apocalipsis
1916, que cautivó al público norteamericano, llegando a ser leída más que la
propia Biblia en dicho país.
En Valencia creó y dirigió varias editoriales como Sempere o Prometeo.Sus
novelas más conocidas son La barraca, Entre naranjos, Cañas y barro, La horda y
Sangre y arena, obra que adaptó al cine y dirigió junto a Ricardo de Baños en
1917. Fue la única novela que él adaptó pero sus novelas han tenido grandes
adaptaciones cinematográficas no sólo en España sino también en Estados
Unidos.
Murió en Menton (Francia) el 28 de enero 1928.
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FRAGMENTO:
En esta interesante novela de Vicente Blasco Ibáñez se presentan con
bastante precisión las duras condiciones de vida de la población campesina y
agrícola de los alrededores de la ciudad española de Valencia, en contraste con la
de los terratenientes, Se describe de la huerta valencia de finales de siglo XIX con
todo lo bueno y todo lo malo, y esas personas capaces de las peores vilezas y al
mismo tiempo de la mayor lealtad y generosidad por con los suyos, atrapados
todavía en el pasado y sin experimentar los avances de mundo moderno.
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EPÍLOGO:
Los escritores del realismo, nos trasmiten mediante palabras lo que es la
vida, la mayoría escribió sobre la vida campesina, otros sobre su vida en otras
novelas, todos ellos quieren que nosotros veamos y pensemos como es la vida en
todos sus ángulos, viendo como el/los personaje(es) de cada; novela, obra,
cuento, poema. Todos trasmiten algo de la vida, conocimiento, ya sea vida de
campo, ciudad, nos dan un conocimiento de ello, quieren que veamos cómo son
las vidas de las personas en otros lugares, en otro estatus, mediante sus
personajes en las novelas.