La etapa de investigación tiene como objetivo determinar si existen bases para sustentar una acusación penal mediante la recolección de pruebas. Actúan el fiscal, la policía y peritos. Inicia con una denuncia y concluye con la vinculación a proceso de una persona. Durante esta etapa se protegen los derechos del imputado y de la víctima a presentar pruebas y a ser informados de las decisiones.