El documento discute la naturaleza ética del diseño. Explica que el diseño implica pensar en la forma de objetos antes de su producción para ser usados por personas. También considera que los diseñadores deben pensar en el usuario final y cómo un objeto afectará su integridad física, psíquica y social. Concluye que la ética y estética están inseparablemente ligadas en el diseño, y que no puede haber una verdadera estética sin considerar la dimensión humanizadora de la ética.