Jesús advierte a sus discípulos sobre señales apocalípticas como cambios en el sol, la luna y las estrellas, y naciones angustiadas por el mar embravecido. Les dice que verán al Hijo del Hombre en una nube con gran poder y majestad. Les pide estar alerta para escapar de los sufrimientos por venir y comparecer seguros ante el Hijo del Hombre.