El documento contrasta las teorías fijistas y evolucionistas. Las teorías evolucionistas postulan que los seres vivos hemos evolucionado a partir de antepasados comunes, mientras que los fijistas creen que las especies son inmutables desde su creación. El documento luego enumera varias pruebas de la evolución, incluidas las pruebas fósiles, embriológicas, biogeográficas y moleculares.