Las plantas no tienen órganos especializados para la excreción. Sus desechos se almacenan, se reutilizan en procesos como la fotosíntesis, o se eliminan a través de los estomas, pelos radicales y lenticelas. La excreción en plantas sirve para sacar sustancias al exterior que luego pueden usarse en fotosíntesis y respiración o almacenarse como reservas.