El documento describe un modelo curricular basado en la filosofía pragmática que surge en los siglos XVII-XVIII. El modelo se centra en proporcionar experiencias prácticas a los estudiantes a través de proyectos y situaciones de la vida cotidiana para desarrollar habilidades para la toma de decisiones y el autocontrol. La implementación involucra proyectos cooperativos y la evaluación se enfoca en resultados intrínsecos y competencias.