El documento discute la relación entre lo individual y lo colectivo. Presenta dos perspectivas opuestas para resolver esta tensión: el psicologismo, que reduce lo social a lo individual, y el sociologismo, que reduce a lo individual a lo social. Plantea que pensar esta tensión desde la antinomia individuo-sociedad ha operado como un concepto clave. Finalmente, propone que los grupos pueden verse como campos de mediación que resuelven esta tensión a través de la intermediación entre lo singular y lo colectivo.