Felipe II fue el rey de España y Portugal desde 1556 hasta 1598. Gobernó un imperio que se extendía por Europa y América. Defendió fervientemente la Iglesia Católica y trató de impedir la expansión del protestantismo. Aunque logró éxitos militares y religiosos, también enfrentó críticas por su dura imposición de la religión y su estricto control del país.