Fraternidad Villarrubia de los Ojos. Boletín Abril 2013
1. Oración
Clara, pequeña planta:
en el huerto de Cristo
eres tallo fragante
de amor incorruptible.
¡Salve, Rey de las vírgenes!
Clara, pobre en la tierra:
tu cuerpo es holocausto,
cual pan de Eucaristía
por la vida del hombre.
¡Salve, madre fecunda!
¡Salve, Cruz creadora!
Clara, por los franciscanos invocada:
tu amor sigue exhalando
como precioso nardo
para el feliz Esposo.
¡Salve, vive con Cristo!
¡Salve, Rey por los siglos! Amén.
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¡Paz y Bien!
Boletín mensual de la Orden Franciscana Seglar
Fraternidad de Villarrubia de los Ojos – Ciudad Real
Nº 44 ABRIL DE 2013
Editorial
¡Paz y bien, hermanos!
Como ya sabéis, este año estamos haciendo en nuestro Boletín un
recorrido por la vida y el mensaje de Santa Clara de Asís. Estos dos
meses pasados, febrero y marzo, hicimos un alto en el camino para
profundizar con temas relacionados con la Cuaresma y la Semana
Santa, pero de nuevo, en este número del mes de abril, volvemos para
continuar con la frescura y novedad que nos aporta a nosotros, los
franciscanos seglares del siglo XXI, el mensaje de Santa Clara de Asís.
Estamos en el tiempo Pascual, cincuenta días de alegría y
desbordante gozo en el que los cristianos anunciamos al mundo la gran
noticia de que Cristo ha resucitado.
Abramos las ventanas de nuestro corazón
para que ese gozo que nos inunda salga fuera
y contagiemos a todos los que nos rodean la
alegría de ser cristiano, la alegría de ser
franciscano, la alegría de anunciar el Reino
de Cristo hoy entre nosotros.
Que Cristo Resucitado sea la antorcha
que alumbre la oscuridad de nuestro camino.
2. “DAME FE RECTA” AÑO DE LA FE
El mensaje de Clara
(Parte I)
¿Qué mensaje o qué sabiduría podemos recoger de Santa
Clara para nuestra vida? Sin duda, habría mucho que decir.
Destacamos los puntos más significativos:
1. Clara nos invita a mirar hacia donde ella miró: al
Espejo de Jesús de Nazaret. La importancia de la
mirada. ¿Hacia dónde miramos?
Tenemos el peligro de centrar nuestra mirada sólo en
nosotros mismos...«mis cosas», «mis preocupaciones», mis
intereses... ¡cada uno sabe!
Clara nos dice: centra la mirada en Jesús. Y desde Él
aprende a mirar tu vida y toda la realidad.
Nos anima a Mirar, a considerar y contemplar a Jesús en su
Palabra, en los misterios de su vida: su nacimiento, su vida
pública, su pasión y muerte; y percibir, sobre todo, su humildad
y pobreza, la profundidad de su amor.
Este mirar a Jesús despierta en nosotros la atracción, el
amor y el seguimiento... Porque solo desde el amor podemos
seguir a Jesús. (Jesús, para Clara, es el Camino, el único
camino posible hacia Dios: «El Hijo de Dios se ha hecho para
nosotros camino» - Nos dice en su Testamento. Camino que hay
que seguir sin apartar de Él los ojos. «Mira diariamente este
espejo»).
Clara, de tanto mirar y contemplar a Jesús, se transformó
en Cristo, se hizo ella misma espejo. Francisco -recordemos-
llamaba a Clara «la cristiana» porque su vida reflejaba a
Cristo. Nosotros, también, desde nuestra consagración
bautismal, estamos llamados a ser Cristo, a ser para los demás
espejos de Jesús.
2. Este mirar a Cristo nos hace abrazar, como Él, la vida
de pobreza y humildad.
Tema central tanto en Clara como en
Francisco. ¿Por qué le dan tanta
importancia? Porque Cristo amó la pobreza
y, pudiendo elegir otros caminos, eligió para
encarnarse el camino de la pobreza: «nació
pobre, vivió pobre y murió pobrísimo,
desnudo en el leño de la cruz». Nos dice
Clara en una de sus cartas. El amor es
humilde, le gusta abajarse.
A Clara, la pobreza la lleva a abrazar libremente los
trabajos más duros, a vestir «vestidos viles», a entregar la vida
desde ese «siempre más» que despierta el amor. La Pobreza, a
la que estamos llamados todos, ha de ser, por tanto, una forma
de ser y de estar en la vida, con las personas, con Dios. Abarca
desde lo más externo a lo más interno de la persona. Tiene que
ver con la austeridad, la solidaridad, la humildad, la confianza,
la entrega, el «sin propio».
Es, por ello, fuente de libertad y alegría profunda. Clara fue
una mujer libre y alegre desde la pobreza.