1. GENERACIÒN DEL 900
La crítica ha polemizado durante años sobre la llamada Generación del 900, por lo que
resulta un tema un tanto escabroso. Podríamos empezar por mencionar algunas
definiciones planteadas por Rodríguez Monegal sobre qué es una generación
Dithey dice:“una generación es un estrecho círculo de individuos que, mediante su
dependencia de los mismos grandes hechos y cambios que se presentaron en la
época de su receptividad, forma un todo homogéneo a pesar de la diversidad de
otros factores”.
Lo que tuvieron en común esta generación no fue solamente que muchos de ellos se
conocieron, e incluso se peleaban, sino que compartieron sus textos y
creaciones literarias, sintiéndose diferentes y especiales en el mundo
hipócrita que les tocó vivir.
Wechssler señala: “a distancias desiguales, se presentaron promociones nuevas, mejor
dicho, los voceros y cabecillas de una nueva juventud que se hallan tratado
íntimamente por supuesto similares, debido a la situación temporal y,
externamente, por su nacimiento dentro de un término limitado de años”.
Habitualmente se dice que una generación sería “coetáneos” que comparten una zona de
fechas, por lo general entre unos quince años antes o quince años después de 1900. Por
esas fechas publicaron y fueron las figuras más relevantes del momento:
Ortega y Gasset decía: “Lasvariaciones de la sensibilidad vital que son decisivas en la
historia se presentan bajo la forma de generación. Una generación no es un puñado de
hombres egregios ni simplemente una masa: es como un nuevo cuerpo social
íntegro, con sus minorías selectas y su muchedumbre, que ha sido lanzado sobre
el ámbito de la existencia con una trayectoria vital determinada.” “Cada
generación postula un cambio en el mundo. La afinidad no procede tanto de ellos
como de verse obligados a vivir en un mundo que tiene una forma determinada y
única”.
Estos conceptos de Ortega y Gasset arrojan luz a esta generación. Son coetáneos,
porque comparten una forma de ver el mundo, una sensibilidad en común, y
postulan un cambio de visión. Podría decirse que lo que une a esta generación
es el deseo de escandalizar al burgués, de reírse, criticar, denunciar la
sociedad pacata e hipócrita que les tocó vivir. Su lema es la rebeldía, y lo
hacen desde un lugar despreciativo a todo
Decía Carlos María Domínguez en una entrevista: Eran vistos como europeizantes, con
un grado de afectación que los excluía de la cultura criolla. Educados en colegios
privados, salen una manga de degenerados que prueban el opio y que se dedican a
mirar a otro lado cuando debían cantar loas a la Patria y a la construcción
de la Nación. La suya es la historia de los primeros intelectuales ofuscados con las
tradiciones del Río de la Plata”.
Es evidente que esta generación pago un precio muy caro por su descaro. La mayoría
de ellos terminaron con muertes jóvenes o
desterrados, encerrados y hasta suicidándose. El más provocador de todos, que
curiosamente fue el que duró más, Roberto de las Carreras, terminó
Las nuevas modas, las críticas a la sociedad, llevaron a una efervescencia cultural poco
antes vista. Los poetas se juntaban en cafés literarios, en cenáculos, en “La torre de los
Panoramas” (casa de Herrera y Reissig) y compartían sus creaciones. Escribían en
2. folletines, en columnas de periódicos, se insultaban y debatían con altura,
hasta que tal ya no podía sostenerse, entonces podían llegar al duelo. Y a
veces eso sólo empezaba por una simple apreciación de la poesía del otro.
Escritor uruguayo, nacido en Canelones en 1868 y fallecido en 1926, que, junto a Carlos
Reyles ,representa la cima de la narrativa modernista uruguaya. Residió en Buenos
Aires entre 1904 y 1918, donde colaboró en publicaciones como Tribunas Caras y
Caretas.
Última Hora Mundo Argentino etc. Su producción literaria está marcada por
el ambiente rural en el que se desarrolló su vida; participó en la revolución
del Quebracho y en el levantamiento del general Aparicio Saravia, de lo que ha
dado cuenta en sus Crónicas de la revolución del Quebracho (1891-1943) y
en Con divisa blanca Javier de Viana es ante todo un autor de cuentos, en los que ha
reflejado, bajo el influjo del naturalismo, una angustia existencial y una preocupación
por el destino del hombre y su posición frente al universo. Murió después de atravesar
numerosas penurias económicas en su
modesta casa de La Paz. Las vertientes de Javier de Viana Montevideo, 1969En dicho
cuento se presenta un protagonista rural, una joven y hermosa, inmersa en un entorno
familiar, natural, bárbaro y solitario. Pero no exento de belleza, del cuál ella ansía
escapar, siendo pretendida por dos individuos nada heroicos ni caballerosos, que la
desean poseer como un animal más, sin darse cuenta enteramente, que la solución no
está en la evasión del rancho y de los padres. Que ya está condenada antes de
elegir, porque es la sociedad, la ausencia de educación, el medio “ciego”, y el
instinto, que la determinan a esa actitud final, que nos revela el riguroso
escenario de su existencia, en la que es su propia voz la que nos transmite que
lo que le devenga: “Lo mesmo da”