El documento contrasta los paradigmas cualitativo y cuantitativo de la educación, señalando que el paradigma cualitativo juzga la calidad del proceso y logros educativos mientras que el paradigma cuantitativo mide los logros de los estudiantes con calificaciones numéricas. También describe dos tipos de evaluación, la integral que comprende lo conceptual, procedimental y actitudinal, y la acumulativa que requiere registrar todas las observaciones realizadas.