La agricultura era la base de la economía de la antigua Grecia, con cerca del 80% de la población dedicada a esta actividad. Debido a las montañosas y pobres condiciones del suelo, la cría de animales estaba poco desarrollada y ovejas, cabras y aves de corral eran más comunes. La vida cotidiana de los griegos era sencilla, con casas modestas de uno o dos pisos y suelos de barro.