La Web 2.0 permite a los usuarios interactuar y colaborar generando contenido, mientras que la Web 3.0 evolucionará hacia aplicaciones inteligentes que puedan trabajar de forma conjunta y personalizada en cualquier dispositivo. Mientras la Web 2.0 se centra en la interacción social entre usuarios, la Web 3.0 usará tecnologías como la inteligencia artificial y la web semántica para que máquinas y humanos se comprendan a nivel mundial de manera más intuitiva.