En el pueblo de Turambul vivía una señora muy malvada que castigaba a sus hijos y aterrorizaba a todos los habitantes del pueblo. Todos huyeron del pueblo para escapar de ella, dejándola sola. Solo una paloma quedó atrapada. La señora empezó a tratar bien a la paloma para enviar un mensaje a los habitantes, pidiéndoles que regresaran.