La imprenta moderna fue creada por Johannes Gutenberg en 1440, permitiendo la realización de mapas más precisos. A mediados del siglo XVI, Holanda lideró el desarrollo de las proyecciones cartográficas, como la proyección de Mercator. El telescopio de Galileo y los descubrimientos de Copérnico y Snellius mejoraron la astronomía y las ciencias náuticas, lo que a su vez permitió determinar las dimensiones y forma de la Tierra con mayor precisión hacia mediados del siglo XVIII.