La Gran Muralla China fue construida originalmente durante la dinastía Qin hace más de 2,000 años para protegerse de los ataques de los nómadas del norte de Mongolia, y fue reconstruida y ampliada durante los siguientes 1,000 años hasta alcanzar una longitud de 7,300 km. Su principal propósito era impedir que los invasores trajeran caballería, aunque también servía como puestos de vigilancia y alerta temprana. A lo largo de los siglos, más de un millón de personas ayudaron en su construcción, aunque miles murieron