El comercio internacional ha existido desde las primeras culturas antiguas y se basaba originalmente en el intercambio de bienes a través del trueque. A lo largo de la Edad Media, el comercio creció con los viajes y el descubrimiento de nuevas rutas, y cambió al uso de la moneda. En la actualidad, el comercio internacional permite una mayor movilidad de factores de producción entre países y trae ventajas como precios más estables, especialización, oferta de excedentes y equilibrio entre la oferta y la demanda