El documento describe la intensificación del comercio durante la Baja Edad Media. Se restableció el comercio de mercancías de lujo como especias y piedras preciosas provenientes del Lejano Oriente luego de las Cruzadas. También se restableció el comercio local entre las ciudades y campos. La economía europea experimentó un auge gracias a mejoras en la agricultura y el cultivo de nuevas tierras.