El documento discute cómo el avance tecnológico ha llevado a la involución del ser humano al hacerlo dependiente de la tecnología y alejarlo del pensamiento y la razón. También señala que muchos se han sometido a una monotonía que los convierte en robots que actúan por códigos binarios. Finalmente, advierte que las personas se están autodestruyendo al priorizar lo material sobre lo espiritual y no han logrado una verdadera evolución personal a pesar del progreso en otros campos.