1. Una de las características que debe poseer toda persona que se precie de ser un formador, un capaci-
tador, un entrenador o un maestro, es la disposición para ser a su vez enseñado, ya que el conoci-
miento evoluciona, al igual que la metodología de la enseñanza, hoy por hoy no basta con tener el
deseo de ser un maestro o de conformarse con lo que ya hemos aprendido, se debe contar con un
plan de formación personal, que incluya entre otros temas adquirir nuevos conocimientos, aprender
metodologías del aprendizaje y enseñanza además de los tópicos relacionados con nuestra organiza-
ción y nuestra vida espiritual, pero aprender es una decisión, si queremos enseñar mañana a otros,
tomemos hoy la decisión de aprender.
Así que en este taller hablaremos básicamente de cuatro aspectos que van ligados con nuestro traba-
jo de maestros, el primero y mas importante creo yo, que es estar seguro si entendemos nuestro lla-
mado, pues el ser parte de la gente mas feliz de la tierra significa precisamente eso, descubrir, en-
tender y poner en practica nuestro llamado personal, en el lugar y en el tiempo que Dios así lo dis-
ponga. Segundo, hay que conocer que cada llamado lleva consigo un paquete de dones, habilidades
y talentos para poner en práctica el llamado. Tercero, aprender es una decisión, y solo aquel que este
dispuesto y disponible lo podrá hacer. Cuarto, soy maestro, solo si estoy dispuesto a mi vez a ser un
discípulo.
2. Lo primero que Jesús nuestro maestro hizo públicamente, fue APRENDER, sus padres lo encontra-
ron en medio de aquellos que en su época eran la fuente del conocimiento, Él les oía y les pregunta-
ba, pues estaba en el proceso del aprendizaje, Ellos, admiraban su capacidad para aprender, pero
mientras crecía se llenaba de sentido común para aplicar ese conocimiento adquirido
Lo segundo que Jesús hizo fue enseñar y predicar, ya a esa edad Él había aprendido, ya su forma-
ción había concluido, ahora debía transmitir a sus discípulos en solo tres años sus conocimientos
acerca del Reino de los cielos, a la enseñanza le seguía la practica, ya que sanaba toda enfermedad.
3. Los DOCTORES de la ley, la palabra Doctor, tiene sus raíces griegas en la palabra DOK, que signi-
fica conocer, un tema, una materia, una ciencia. DOTOR, que se atribuye al individuo que sabe
acerca de la materia que está hablando. DOCTORIS, se le dice no solo al que tiene el conocimiento
sino que también es capaz de transmitir ese conocimiento a otros a través de un proceso que se lla-
ma educar. EXDUCERE, significa hacer crecer a otro, es decir que aquel que es maestro y enseña
hace que sus discípulos crezcan.
El llamado especifico para enseñar viene de Dios, es EL quien pone en nuestro corazón ese animo
de transmitir lo que sabemos, es EL quien nos dice a quienes debemos de enseñar, es EL quien nos
reparte los dones que acompañan el llamado, pero SOY YO quien debo cuidar el DON que hay en
mi de parte de DIOS.
4. Desde los tiempos de los profetas la palabra de Dios hace un especial énfasis al conocimiento, ya
que la falta de información y de formación ha sido causal para que el pueblo de Dios, llámese igle-
sia, fihnec, ministerio, etc, sea destruido, tan importante es adquirir conocimiento, que en el nuevo
testamento se ponen al mismo nivel la fe, la virtud y el conocimiento y se nos insta a poner toda di-
ligencia en adquirirlos.
Pero además de tener conocimiento, debemos tener testimonio, es decir que nadie puede enseñar lo
que no ha experimentado o lo que no es capaz de vivir, porque al enseñar a otros, estos nos toman
como ejemplos a seguir y si les enseñamos una cosa y nos ven u oyen haciendo o diciendo otra cosa,
las consecuencias que esa incongruencia tenga como efecto en aquellos a quienes hemos mal ense-
ñado, recaerá sobre nosotros.
5. Hay que entender que no todos hemos sido llamados para ejercer una misma función, que sería del
cuerpo de Cristo si todos fuéramos evangelistas, no habría quien pastoreara o quien enseñara a los
recién llegados, igual si todos quisiéramos ser maestros,¿ quien entonces traería a los nuevos?, aun
así debemos tener claro que una vez que identificamos nuestro llamado, URGE que lo pongamos en
práctica.
Además lo que hemos aprendido debemos de transmitirlo a hombres que no solo sean idóneos para
enseñar a otros, pero que además que sean FIELES, a Dios primero y también al LLAMADO que
hay en ellos, para que no vayan a adulterar lo que enseñan quitándole o poniéndole su propia opi-
nión. Sepamos también tener en honra a aquellos que trabajan enseñándonos.
6. Finalmente debo tener claro que no por mucho hablar enseño mas, el discurso que dicto no será mas
efectivo por la cantidad de palabras o adornos gráficos que emplee, NO, debemos hablar lo que sa-
bemos y entendemos en forma clara, concisa y precisa, a fin de que nos entiendan, además recorde-
mos que EL ESPÍRITU SANTO nos ayudará y nos recordará y enseñará lo que debemos decir al
pararnos en frente de los discípulos, solo si nosotros hemos hecho nuestra parte con anticipación, es
decir solo si nos hemos preparado, el Espíritu Santo nos ayudará.
Mis queridos amigos, yo encontré mi llamado, por muchos años quise esquivarlo, huir de él, pero,
cuando Dios te llama es imposible resistirse, así que, te invito a que tomes la decisión y le digas al
Señor, Padre, estoy disponible, estoy dispuesto y estoy decidido a ser enseñado. Amen
Tu amigo y fraterno en Cristo Jesús.
Dr. David A. Madrid