Este documento presenta los argumentos a favor de la inversión pasiva frente a la activa. Resume que la gestión pasiva es más eficiente y rentable que la activa, obteniendo mayores retornos con menores comisiones. También explica que los bancos tienen incentivos para promover fondos activos debido a las altas comisiones, en perjuicio de los inversores. Finalmente, introduce los gestores automatizados como una alternativa sencilla y eficiente para acceder a la inversión pasiva.