El documento presenta una nota del autor en la que explica cómo surgió su colaboración en un periódico llamado EuroMundoLatino publicando imágenes y palabras. Cada publicación presentaba una imagen acompañada de un breve texto que ofrecía una perspectiva paralela sin pretender ilustrar o explicar la una a la otra. Estas imágenes y palabras se recogen ahora en este libro.
1. Juan Ortiz de Mendívil
IMÁGENES Y PALABRAS
Juan Ortiz de Mendívil
de los textos y de las imágenes
Depósito legal: M-6063-2015
2. Nota del autor
En un momento del pasado, Juan Ignacio Vera, a
la sazón editor de un periódico en papel que se lla-
maba EuroMundoLatino me propuso una colabo-
ración en aquel periódico, sugiriendo que bajo el
título de Una imagen vale más que mil palabras,
publicara periódicamente una imagen expresiva.
Acepté su propuesta de colaboración, pero, a mi
vez,sugeríquelasecciónsedenominaraImágenesy
Palabras,explicándolequecreíatantoenelvalorde
lasimágenescomoeneldelaspalabras,yquesiuna
imagenpuedevaler,comosedice,milpalabras,una
palabrapuedevalermilimágenes,ocualquierasabe.
La propuesta fue aceptada y así se inició una co-
laboración largamente sostenida que propició
la publicación de una larga serie de imágenes
y palabras que hoy se recogen en este libro.
3. Como dije en su día y reitero en este momento,
ni las imágenes pretenden ilustrar las palabras, ni
las palabras pretenden explicar las imágenes.
Son dos lenguajes paralelos, cada uno en el ám-
bito que le es propio, pero que efectivamente
se miran como en un espejo y se reconocen en
cierta medida; como si el hemisferio intelectual
y verbal del cerebro se mirara en el hemisferio
opuesto, más apto para la plástica y las relacio-
nes espaciales.
Al fin eso es algo de lo que pasa en nuestro cere-
bro, que sin dejar de ser uno es al mismo tiempo
muchos; lo que es de agradecer.
4. Implosión
Cuando algo se expande violenta o súbitamente hacia fuera
decimos que explota o explosiona. Cuando algo se absorbe
súbitamente hacia dentro, decimos que implosiona.
Por coger un ejemplo cósmico, el big bang fue una
explosión, y por eso el universo está aún en expansión.
Sabios antiguos y cosmólogos modernos piensan que esta
expansión cesará, e incluso irá seguida de una reabsorción
cósmica (con o sin bang).
En el terreno de las pasiones humanas la cólera nos lleva
al borde de la explosión y la envidia, de la implosión. Y
en cuanto a las guerras, todas estallan al principio, pero
algunas diríase que si no desenlazan en la paz pueden
acabar en una devastadora implosión.
A juzgar por los efectos no siempre es fácil saber si se
trata de una explosión o de una implosión. Los aparatos de
televisión, generalmente, cuando creemos que explotan en
realidad implotan.
En ambos casos conviene estar lejos.
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6. El juego del billar
No deja de ser un profundo y arduo problema del ser
humano, el tener que dotar de sentido a su vida. Decimos:
esto tiene sentido, o esto carece de sentido. O ¿qué sentido
tiene?
No es infrecuente que las religiones positivas afirmen,
que el ser humano no es capaz de dotar de sentido a la vida
desde sí mismo. Podemos preguntarnos ¿tiene sentido esta
afirmación, o es una pretensión descabellada fruto de la
desesperación?
Yo digo: somos como bolas de billar (autoimpulsadas, y
también propulsadas sin duda). Si adoptamos una buena
trayectoria y hacemos bellas carambolas con los demás (es
una manera de hablar ya se comprende), nuestra trayectoria
cobra sentido y sumamos puntos. Si por el contrario nos
movemos erráticos y nos limitamos a tropezar dando
bandazos, nuestra vida no tiene sentido.
Un artista importante, un científico, un empresario hábil,
una buena persona que hace bien su trabajo es, desde
un jugador estimable, hasta un virtuoso del billar de la
existencia.
En fin, más nos vale pensar un poco y afinar la puntería si
no queremos caer en el absurdo.
¡ Es tan fácil!
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8. Virtuosismo
Sedicequelosintérpretesdebenserfielesalasindicaciones
de los compositores. Si no ¿para qué las pondrían?
Maurice Ravel se incomodaba cuando le pedían
aclaraciones sobre matices o dinámica. -Todo está puesto
en la partitura- replicaba molesto.
En el estudio llamado revolucionario, Federico Chopin
indica, con fuoco. El interprete decidió, como se puede
ver, ser totalmente fiel a la indicación, y así, alcanzó la
incandescencia.
Fue muy aplaudido por última vez.
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10. Libre
Libre de sospecha; libre de pecado; libre albedrío.
Libre albedrío es esa supuesta capacidad de la voluntad
para decidir. No es poca cosa porque la presunción de
libertad supone responsabilidad.
Kant dijo que en definitiva no existe más libertad
que la libertad interior. Si esto fuera así, una persona
sicológicamente libre y encarcelada sería más libre que
una persona sicológicamente prisionera en libertad.
Libre de sospecha supone la presunción de inocencia,
que como todos sabemos está en crisis, dado que todos
estamos bajo sospecha y vigilancia. Libre de pecado
parece un deseo inalcanzable (lo de la piedra etc.)
Pasa un taxi. Parece que libre.
Me subo y sigo dándole vueltas al tema.
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12. Amenazas
Una amiga mía ha tenido una pesadilla. Soñó que le pasaba
lo que siempre había temido. En la realidad de su sueño
tuvo que luchar mucho contra un enemigo anónimo pero
siempre intuido. El sueño acabó bien y al despertar estaba
agotada.
Actualmente cualquier turista, puede, en cualquier parte
del mundo, soñar la pesadilla colectiva: su avión es
secuestrado, o su playa está minada, o, en los bajos de su
coche una bomba lapa está adherida; o es confundido con
otro y es detenido e interrogado largamente.
Solo en muy pocos casos la amenaza será real en la
realidad, pero sí será frecuente en la realidad, no menos
real, de los sueños.
Si como se ha dicho, la mayor libertad es la libertad
interior, nuestra libertad está comprometida porque el
miedo colectivo ha anclado en el inconsciente que alimenta
nuestros sueños.
Alimentemos nuestra imaginación con bellas imágenes y
si nos toca soñar la pesadilla, paciencia, que toda la vida
es sueño.....
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14. Comunicación
En el Reino animal hay muchas maneras de comunicarse.
Algunas son fastuosas, como las señales luminosas de los
calamares; otras gestuales buscan causar impresión, como
los cortejos de las aves, los fastos cortesanos, los desfiles
militares y los rituales religiosos.
También tenemos las señales sonoras que van desde los
gruñidos, pasando por el canto de los pájaros, hasta la
palabra articulada humana.
Hoy el hombre domina la palabra.
Solo le queda por perfeccionar el arte de la escucha.
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16. La Fisgona: nos mira pero no muerde.
Amigos, en un mundo tan tecnológico como el que
vivimos, en el que aparentemente todo está controlado por
las redes informáticas, los satélites, las sondas espaciales y
otros maravillosos ingenios, podríamos llegar a pensar que
los duendes, los trasgos, los monstruos goyescos, las brujas
de los aquelarres vascos, han desaparecido para siempre de
nuestras vidas.
Ciertamente no. Aquí tenemos una prueba objetiva de que
no es así. La Fisgona nos mira. Su inquisitiva mirada nos
inquieta.
No nos preocupemos: es inofensiva; solamente alimenta
nuestra fantasía.
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18. El dolor de pensar
A La Fisgona le dolían las neuronas de tanto pensar y
fisgar. Así que después de darle vueltas se decidió por el
trasplante total de cabeza. Los cirujanos, asesorados por
siquiatrasyfilósofos,optaronporfórmulassimplificadoras
y reduccionistas del pensamiento.
La operación, pionera en su género, fue un éxito, y aunque
algunos opinan que desde la perspectiva de la evolución
de la especie ha supuesto un retroceso de varios millones
de años, lo cierto es que, de momento, no ha habido
ningún rechazo ni físico ni sicológico; y ella se siente
francamente mejor.
El tiempo dirá.
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20. Jugando a jugar
A pesar de cuanto se diga, la verdad es que nos pasamos la
vida jugando. Jugamos de niños, de adultos y de ancianos.
Ahora, eso sí, hay juegos de muy diversa naturaleza. Juegos
infantiles, generalmente inocentes (aunque no siempre),
juegos de azar, juegos de riesgo.
La frontera entre unos y otros no es siempre clara. Por
ejemplo, el poker puede ser una distracción o un vicio
peligroso y en la Bolsa te puedes enriquecer o arruinar.
Luego están los juegos de alto riesgo emocional como
por ejemplo el cacareado juego del amor; o los juegos
desesperados y suicidas, como la ruleta rusa.
Entre todos los jugadores los más peligrosos son los que
juegan a las guerras y extienden el juego a millones de
jugadores involuntarios que son quienes, paradójicamente,
sin amar el riesgo perecen en él.
Así que como no podemos escapar al juego, ¡hagamos
juego!, ¡no va más! Y que haya suerte.
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22. África
Él, ella. No sabemos si es un hombre o una mujer. No
sabemos si piensa, si duerme, si espera, o si llora.
¡África! ¡África! ¡África! Eres enorme, extensa,
variada, reserva natural, cuna de civilizaciones, origen
del hombre.
Eres frágil, claudicante, problemática, trágica.
Él, ella, África, piensa, duerme, espera, llora; todo al
mismo tiempo.
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24. Vestuario
Mientras que la Naturaleza viste a los animales de mil
maneras diferentes y a menudo fascinantes, los humanos,
implumes como somos, hemos tenido que inventar los
trajes, las indumentarias, los vestidos, e incluso la moda y
sus increíbles y delirantes pasarelas.
En realidad, los trajes, además de cubrir, son un mensaje
social, una seña de identidad.
Los hay que prestigian: más o menos oscuros, a rayas más
o menos separadas (en los hombres siempre verticales
desde luego, a excepción de los marineros), etc.; y los hay
infamantes: a rayas blancas y negras horizontales. Estamos
hablando del famoso traje a rayas: el degradante uniforme
del reo (el de los hermanos Dalton y otros muchos no tan
malvados y quién sabe si no a veces inocentes).
El imaginario colectivo incluso viste simbólicamente a
ciertos animales. Así se habla de cabrones con pintas,
cerdos con tirantes, y cebras con sus trajes a rayas.
Suponemosquecabrones,cerdosycebras,afortunadamente,
están al margen de tanta fantasía.
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26. Ingeniería
Hasta ahora los ingenieros, arquitectos y diseñadores se
han venido aplicando a la construcción y fabricación de
objetos variados; unas veces con acierto y otras, seamos
sinceros, con franco desacierto.
Actualmente las novedosas técnicas de clonación
combinadas con las de manipulación genética y otras,
están abriendo la posibilidad de mutar y remodelar la
figura humana.
Por la cuenta que nos tiene deseamos a estos nuevos
ingenieros mucho éxito en su noble aventura (dentro de la
debida cautela).
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28. Blanca y negro
Recuerdo haber oído este cuento atribuido a indios
americanos.
Había una yegua blanca y muy veloz, que se llamaba Luz
blanca. También un caballo negro y muy veloz que se
llamaba Noche negra.
Luz blanca sentía envidia del bellísimo y fascinante color
negro de Noche negra; negro como el azabache y el carbón.
Noche negra sentía envidia del bellísimo y purísimo color
blanco de Luz blanca; blanco como la nieve y la aurora.
El jefe indio, que sabía lo que sufrían, les propuso cruzarse
para tener un potro, que no sería ni blanco ni negro.
¿ Que sería? preguntaron Luz blanca y Noche negra.
Sería gris.
Rápidamente la yegua y el caballo renunciaron a aquella
solución híbrida, y asumiendo que no se puede tener todo
al mismo tiempo, recuperaron la calma equina.
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30. Equilibristas
Fue Jorge Manrique quien dijo que hay que tener buen tino
para andar el camino (de la vida) sin errar; que es tanto
como decir que los menos hábiles (es decir, la mayoría)
erraremos.
Por su parte, reputados pensadores afirman que vivimos
al borde de un abismo en el que podemos precipitarnos, o
ser precipitados, en cualquier momento.
Si a ello añadimos la dificultad del ser humano para dar,
desde sí mismo, un sentido a su vida, se puede concluir
que estar aquí mirando y leyendo estas líneas es casi un
milagro.
Y es que los poetas y los pensadores dramatizan lo suyo.
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32. Gengis Kan
Se llamaba Timuyín pero le proclamaron Gengis Kan, que
quiere decir Guerrero valeroso, Gran Señor, o, Señor de
Gran Brillo.
Con excusas fútiles inició guerras y conquistas y adquirió
fama de gran ferocidad, implacable con enemigos y
rivales. Se dice que sus consejeros le ensañaron a apreciar
el valor de ciudades y estados como fuente de riqueza.
Vivió a caballo entre los Siglos XII y XIII, aunque
sus bélicas hazañas pudieran parecernos actuales en cuanto
a tácticas y motivaciones.
No le faltó razón al poeta Homero cuando dijo: mucho
tiene que moler el molino de los dioses para que los
hombres cambien de forma de ser y de costumbres.
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34. Arcano 12
No soy supersticioso. Cuando, hace ya mucho tiempo,
dejé TVE, pensé, y así lo hice, crear una productora de
cortometrajes.
Buscando un nombre me decidí por Arcano 12. Entre los
arcanos mayores del Tarot, esa baraja medieval y esotérica,
el Arcano 12 se conoce por El Ahorcado, y también como El
Colgado.
Este personaje, colgado por un pie boca abajo, está
relacionado con el mito nórdico de Odin y su emblema: yo
mismo a mí mismo. El Colgado se ha colgado a sí mismo
entre el cielo y la tierra. En sentido positivo, dice Juan
Eduardo Cirlot, simboliza abnegación, sacrificio y entrega;
en sentido negativo, ensoñación y escapismo.
Me gustó y solicité la patente de marca Arcano 12. Con este
nombre produje dos queridos cortometrajes La Locura del
Sur y Presentación al pueblo, e inicié un tercero Dioses y
diablos que quedó inconcluso por falta de medios.
Ha pasado mucho tiempo, y ya digo, no soy supersticioso.
Sin embargo ha sucedido que el otro día, después de pasear
por el parque del Retiro, al salir por la puerta cercana a mi
casa, allí en el suelo vi algo de color.
Me acerqué y me pareció que se trataba de un naipe. Lo cogí
y resultó ser El Ahorcado, El Colgado, The hanged man. Ya
en casa busqué aquella vieja baraja del tarot de Marsella, a
ver cuantas cartas tenía. Tiene ochenta; y una de la ochenta
es el Arcano 12, El Colgado: yo mismo a mí mismo.
No soy supersticioso, y aunque confieso que me sentí un
poco turbado , creo que todo fue una pura casualidad.
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36. Ferocidad
Cuando la tenía no estaba satisfecho, pero cuando ella
le dejó fue presa de un profundo estado de ansiedad,
depresión y cólera; poseído, sobre todo, por una cólera
inmensa que no supo controlar.
Fue denunciado, procesado y condenado. El juicio fue
justo, y no prosperó, dadas las circunstancias, el alegato
de trastorno mental transitorio.
Los hechos son los hechos.
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38. Las apariencias
Siempre se ha recomendado guardar las apariencias. Si
guardarlas puede parecer una hipocresía, no guardarlas
resulta, casi inevitablemente, una desconsideración. O
peor.
Por ejemplo: el Dr. Jekyll, durante el día, no permitía
que se manifestara Hyde, que inhibido permanecía en la
penumbra de su personalidad. Hacía bien.
El profesor sesudo, el juez severo, el cirujano, el divo, o
el presidente de un consejo de administración, procuran
(y está bien que así lo hagan) ocultar el miedo al error,
la inseguridad, la impaciencia, la cólera, la desazón o la
frustración que a menudo sienten.
Sí; bien pensado es mejor guardar las apariencias.
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40. Caminos
Parece que lo verdaderamente importante es que haya un
camino; un camino o una senda a seguir.Así, si transitamos
por caminos torcidos siempre podemos recuperar el buen
camino.
Es fácil descarriarse. Lo dijo el poeta: mas cumple tener
buen tino para andar el camino sin errar. Y Jesucristo
afirmó: yo soy el camino. Y Escrivá de Balaguer llamó
Camino a su obra de culto. Y mucho antes los Upanishads
indios dijeron: dos caminos se abren delante del hombre...
Y también el Tantra y el Tao chino se propusieron como
caminos o vías hacia lo supremo.
¿ Pero y si no hubiera propiamente camino?. Caminante
no hay camino dijo también el poeta. (Aunque poetas ha
habido muchos la voz poética es una: el numen poético
tiene muchos registros).
Y también el poeta de los poetas concluyó: ya por aquí no
hay camino, porque para el justo no hay ley, él para sí es
la ley.
Y a diario y ante nuestra vista: el camino de Santiago, tan
transitado desde hace siglos.
Caminos.
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42. Imaginación
En los cuentos que leíamos de niños, no era infrecuente que
los objetos, en ausencia de sus dueños y especialmente por
las noches, adoptaran conductas humanas, y, animándose,
adquirieran vida propia, pasando a la acción; una acción,
en ocasiones, incluso desenfrenada y transgresora.
Tazas, tenedores, animales de peluche, soldados de
plomo, tijeras de sastre, platos de cocina, saleros, libros
etc. emprendían aventuras impensables, insólitas, y desde
luego, insospechadas para sus propietarios.
En el caso que nos ocupa propongo que imaginemos que
en una tienda de alta costura, y en la soledad de la noche,
Don dedal se ha puesto al cuello un foulard de zorro, al que
ha añadido una fantasiosa rama de acebo (ya que estamos
en Navidad), y se dispone a asistir a una gran fiesta de gala
acompañado de algunas clientas a las que tanto conoce de
sus innumerables pruebas.
¿ Se lo imaginan?
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44. El abejorro
Mi pensamiento es como un abejorro: no para de zumbar.
Amanezco, y ya está zumbando; y aunque procuro
distraerle de mil maneras, no atiende a razones.
Patanjali en sus Aforismos, define el yoga como la
supresión de los torbellinos mentales. Quizás Patanjali
supo acallar su abejorro.
Acaba el día. El cielo se ha puesto rojo, y mi abejorro (mi
pensamiento, ya saben), zumba y zumba... ; y, zumba.
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46. Sopesando palabras
Teniendo en cuenta los problemas que origina el uso
imprudente de las palabras (no digamos ya el abuso
flagrante y doloso) parece sorprendente que no se haya
inventado algún sutil aparato o balanza, más o menos
digital, que sopese las palabras, tomadas individualmente
o en el contexto de frases.
Este aparato, siempre recomendable, sería de uso obligado
en ciertos casos: por ejemplo en las relaciones de pareja,
matrimonial o de hecho (sin discriminación de orientación
sexual evidentemente).
Su uso evitaría grandes conflictos e incluso es presumible
que redujera sensiblemente la impropiamente llamada
violencia de género.
(El prototipo de la imagen solo sopesa las palabras gruesas
e injuriosas susceptibles de ser perseguidas penalmente).
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48. Mano de pianista
El pianista amaba sus manos porque eran su medio de
expresión.
Por eso, cuando, de tanto usarla, su mano derecha empezó
a dolerle, acudió al médico.
Se hicieron pruebas y el pianista pudo por vez primera
conocer el interior de su mano; su verdad íntima; su
profunda arquitectura.
Su porvenir.
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50. Retrato
San Juan afirmó, en su evangelio, que el demonio es
homicida desde siempre y que en él no hay verdad
alguna.
También se ha dicho que bajo cualquiera de sus nombres
(Satanás, Belcebú, Calumniador, Príncipe de las tinieblas,
Padre de la mentira, Mal-maligno etc.) es astuto y procura
pasar desapercibido para mejor tentar al hombre y,
obviamente, a la mujer.
No obstante, si nos fijamos bien, siempre acabamos
reconociéndole.
Fuera o, lo que es peor, dentro.
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52. Precisión.
Un tornillo micrométrico permite calibrar décimas, o
incluso centésimas, de milímetro, lo que garantiza una
exactitud necesaria en muchos trabajos, y sobre todo
sustituye al ojo de buen cubero, al más o menos y al
aproximadamente, por datos objetivos, irrefutables,
inopinables.
La medición de uno mismo ya es harina de otro costal. San
Agustín decía que pocos son los hombres (y mujeres por
supuesto) que se forman un juicio cabal sobre su propia
valía. Afirmaba que la mayor parte o se subestima o lo
contrario.
Y en cuanto a la medición de las conductas y de los valores
ajenos, a la vista de las descalificaciones y desencuentros
permanentes a los que asistimos cotidianamente, diríase
que en lugar de tornillos micrométricos se usan lentes
aberrantes con calculada precisión.
Parece ser que los sicólogos y siquiatras se disponen a
estudiar el complejo tema de la percepción de la realidad.
Ardua tarea.
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54. Personajes
A aquellas personas que adquieren notoriedad, por causas
muy diversas, se las considera personajes. ¡Vaya personaje!
¡Todounpersonaje!¡Ungranpersonaje!¡Siniestropersonaje!
etc.
En la mente de todos están grandes y terribles personajes.
Suele suceder, sin embargo, que quienes para unos son
grandes personajes, para otros son personajes detestables.
Por eso es prudente no entrar en concreciones.
En la imagen, un personaje: Jack el destripador. Uno de los
más siniestros sin duda, pero no el único.
(Cada lector puede mentalmente elaborar su lista personal
de personajes abominables).
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56. Individualismo
Actualmente se critica el exceso de individualismo.
Demasiado individualismo se dice: todo el mundo se cree
único y eso lleva a la insolidaridad y en última instancia a
la más atroz de las soledades: la soledad del yo.
La raíz de la neurosis no sería sino la pérdida del sentido de
comunidad. Sin embargo el filósofo José Ortega decía que
estamos radicalmente solos, y que el amor y la amistad son
intentos (simplemente intentos decía) de salir de esa radical
soledad.
A pesar de todo, cuando uno ve los mítines políticos,
los estadios de fútbol, o la moda en el vestir (todas esas
afiladas e inquietantes puntas de zapatos de las señoras, por
tomar un ejemplo), surgen serias dudas sobre el pretendido
individualismo, y un, no menos, atroz gregarismo se pone
de manifiesto.
La salud social está garantizada.
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58. Animales
Desde el punto de vista simbólico, y de acuerdo con
antiguas tradiciones, hay animales antagonistas, es decir
opuestos entre sí.
Así, las avispas serían la antítesis de las abejas, como los
sapos lo son de las ranas.Yen el caso de los sapos todavía es
peor: los sapos representan el aspecto infernal de las ranas,
de manera que si las ranas están asociadas a la creación
y a la fecundidad, los sapos lo están a la destrucción y a
la muerte. Por eso tienen, como el basilisco, una mirada
fascinante, y son venenosos.
Y sin embargo, escuchamos frecuentemente que tal o cual
persona se ha comido un sapo o se come un sapo todos lo
días. Y no pasa nada.
Claro que es en sentido metafórico.
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60. Torturas
Se critica mucho a Hobbes por haber dicho que el hombre
es lobo para el hombre. No obstante el hecho turbador de
las torturas se repite incesantemente a lo largo y ancho de
la historia, y constituye, lamentablemente, un fenómeno
universal.
No deja de ser significativo que el cristianismo, con sus más
de dos mil millones de adeptos, se funde (al margen de otras
peculiaridades teológicas) en el hecho de la pasión, tortura
y muerte de un hombre.
Las preguntas surgen inevitablemente. ¿Es la tortura
una conducta imposible de erradicar? ¿Es la crueldad
consustancial a la especie humana, al igual que otras
pasiones, como el amor y el odio?
Torturantes preguntas de difícil respuesta.
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62. Salud mental
Somos pensados por nuestras ideas. Somos soñados por
nuestros sueños. Cómo emergen nuestras ideas; de dónde
vienen nuestros sueños, es un enigma.
Hay buenas ideas (eureka) y las hay pésimas y obsesivas.
Hay hermosos sueños, y hay pesadillas atroces.
Los indios americanos, inspirándose en la sabia araña,
inventaron los cazasueños, que filtran las ideas, los sueños
y los ensueños, tolerando los buenos y devorando los
malos.
Sabia actitud, porque las ideas y los sueños condicionan
nuestro destino.
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64. Pesadilla
Cuando el anacoreta travestido de Marylin Monroe
solicitó al Sr. Alcalde la celebración, junto a su pareja,
de un matrimonio civil con plenitud de efectos jurídicos,
una sensación de ansiedad e incertidumbre recorrió el
Consistorio.
ElAlcalde no quiso asumir soluciones en soledad y planteó
el tema al Pleno. El debate, como era de esperar, fue arduo
y agrio.
El desenlace sorprendente; y es que a estos temas
relacionados con la sexualidad y la decencia hay que
echarles mucha imaginación.
Menos mal que no era más que una pesadilla.
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66. Las horas
En el instante mismo en que nacemos entramos en la
Historia (en la Historia en general y en la nuestra en
particular).
La primera hora tras nacer ya nos hiere. El Registro Civil
es el libro de nuestra historia individual, y su primera
página, el acta de nacimiento. Otras cuantas páginas, no
muchas, se escribirán después.
El vector del tiempo, se dice, es lineal: siempre hacia
adelante. Los antiguos mitos creían en el tiempo circular, en
el eterno retorno. Nosotros descreemos del tiempo cíclico
y hemos optado por la Historia tensa e irretornable.
Y no solo nosotros; ya en relojes de sol medievales se
podía leer: todas hieren, la última mata.
Las horas, naturalmente.
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68. La ley del gatillo
También le llaman la ley del todo o nada.
Imaginemos una bala en la recámara de una pistola. La bala
permanece allí inerte mientras apretamos el gatillo hasta un
punto;cuandolorebasamos,instantáneamentelabalaestará
en cualquier punto del recorrido de su trayectoria; menos
en la recámara. Antes no había pasado nada; después, ha
pasado todo.
Otras formas de la ley: vida o muerte; amor o desamor;
noche o día; lleno o vacío. Conmigo o contra mí.
Terrible ley la del gatillo: inexorable, sin matices,
irreversible. Terribles sus consecuencias.
A la vista están algunas. ( Todos los días en TV.)
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69.
70. Fetichismo
Desde el punto de vista científico, el fetichismo es una
parafilia que consiste en vincular necesidades y fantasías
sexuales a objetos no vivientes.
Como, por otra parte, el término fetichismo deriva
etimológicamente de hechicero, y la hechicería no es
sino un conjunto de prácticas mágicas, podemos concluir
que el fetichista es un mago que se hechiza a sí mismo
mediante el uso de objetos no vivientes, a los que dota de
un excitante valor sexual capaz de satisfacer sus fantasías
y necesidades sexuales.
Astutos; artistas a su manera, los fetichistas.
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72. Las flores
El mundo de las flores, como el de los insectos, es
enormemente variado. Hay flores silvestres, flores
beatíficas y sencillas como las florecillas de San Francisco
(las hermanas flores).
Hay, tambien, flores fastuosas, lujo de la Naturaleza, que
atraen irresistiblemente a insectos y humanos.
Hay, en fin, flores carnívoras, alevosas y tramposas; flores
sin retorno, de irás y no volverás, que fagocitan a sus
huéspedes.
Y hay otras de las que más vale no hablar.
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73.
74. La Fiesta
Decir ¡torero! ¡torero! es como decir ¡valiente! ¡tío
grande!
Yo, en mi infancia, me he criado, en alguna medida, en
un ambiente en el que se cultivaba la liturgia de los toros.
Mi tío en la feria de San Isidro tenía entradas para sí e
invitaba, por turnos, al resto de la familia.También disponía
de diversas marcas de puros habanos, mejores y menos
buenos, que fumaba selectivamente según la importancia
de las corridas.
La verdad es que el toro sufre mucho, y el ambivalente
sentimiento del público frente al torero que arriesga la vida
para goce o diversión del respetable, da que pensar.
También el que la llamada fiesta de los toros sea
precisamente la Fiesta Nacional, y España, por
antonomasia, el Ruedo ibérico.
¿ Seremos al final diferentes?
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76. Supervivencia
Inapetencia; apetito; hambre; voracidad.
La inapetencia no es buena: preocupa a las madres, a los
siquiatras y a los cocineros.
El apetito es saludable y no preocupa a nadie.
El hambre es un estado de necesidad y cuando es colectiva
debería, realmente, preocupar a los políticos.
La voracidad es un desarreglo profundo con graves
consecuencias: bulimia en lo individual, monopolios en lo
social, y guerras en lo internacional.
La voracidad se puede resumir en una frase: todo para mí
y nada para los demás.
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78. Los uniformes
Fantástico invento el uniforme.
Si por naturaleza todos somos iguales (mamíferos
implumes), cuando vestimos un uniforme adquirimos,
por arte de magia (al menos en apariencia), las cualidades
propias del estamento o grupo uniformado: jueces, fiscales,
militares, obispos, monarcas; e incluso cocineros.
En algunos casos, como el de los estudiantes, se ha
renunciado al uniforme.
¿Podríamos prescindir totalmente de los uniformes y de
los rituales que conllevan (el increíble paso de la oca por
ejemplo) sin consecuencias?
Difícil de imaginar: y es que, se diga lo que se diga, el
hábito hace al monje.
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80. Lo insólito
Mi tío era un excelente artesano y un pintor aficionado
razonable.
Pero cuando se hablaba de Picasso y otros modernos (hace
de eso años), se ponía furioso y afirmaba categóricamente
que toda esa pintura era una burla.
Pienso qué diría si hoy viera esta muñeca de seno breve,
desmembrada y con cara de bombilla. Sería muy difícil que
aceptara que no es una burla y una provocación.
A mí, de verdad, me gusta.
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82. Los ángeles
Aunque no lo reconozcamos expresamente, en algún
momento todos hemos creído, creemos, o creeremos en
los ángeles.
Es cierto que hay ángeles y ángeles: el ángel de la guarda
(de dulce compañía); el ángel del Señor (angelus),
especialmente entronizado en los conventos; los ángeles
de la ciudad de Los Angeles (con su enorme y reciente
catedral); e incluso los ángeles de Charlie, si bien estos
últimos son de naturaleza diferente (carnales y belicosos).
Personalmente me quedo con el ángel de la guarda: fiel,
doméstico y eficiente.
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84. La huida hacia adelante
Si colocado en una situación límite, el jinete, el inversor,
el empresario, el montañero, el inmigrante, el ciclista, o
Vd. mismo, decide tirar para adelante, arriesgarlo todo,
quemar las naves, jugársela, pues sépalo, está haciendo
una huida hacia delante.
A veces sale bien y generalmente mal. Y es lógico, pues
se trata en definitiva de una huida, una evasión, con lo que
supone de precipitación e improvisación.
A Hernán Cortes le salió bien (depende de qué lado
se mire). A Cristóbal Colón, y en especial a los Reyes
Católicos, redondo. A Mao Tse Tung, y en concreto a los
chinos, fatal.
Para los españoles no tiene nada de particular; no en vano
de perdidos al río es una frase hecha.
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86. Don Juan
Por alguna causa no del todo clara, el mito de Don
Juan constituye un verdadero arquetipo y ha inspirado
numerosas obras literarias.
El burlador de Sevilla de Tirso de Molina, si no fue la
primer obra que se escribió sobre el personaje de Don
Juan, sí es una de las más importantes.
Luego tenemos el Don Juan intelectual de lord Byron,
el Don Juan sicoanalítico de Montherland, y por fin,
entre otros Don Juanes diversos, el Don Juan Tenorio de
Zorrilla, siempre fiel al calendario... Y a esto Don Juan se
arrojó y escrito está... etc.
La primera vez que lo vi era niño y todo fue bien hasta
la escena del cementerio, cuando envuelto en una sábana
blanca apareció el Comendador e intentó arrastrar a Don
Juan hacia su tumba. El terror se apoderó de mí a pesar de
que veía sonreír con suficiencia a mi primo que era cuatro
años mayor.Todavía no me he repuesto del todo.
Aquel Comendador, este Comendador, son mucho
Comendador. Inquietantes.
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88. Como pájaros
Parece ser que fue Santa Teresa, que era muy dada a hacer
frases ingeniosas, quien llamó a la imaginación la loca
de la casa. También se ha dicho de ella que es un arma
enormemente poderosa y que hay que dejarla volar.
Y puestos a volar, son los músicos y los poetas los que más
vuelan. Así San Juan de la Cruz habla mucho de vuelos:
que voy de vuelo...al aire de tu vuelo...mil vuelos pasé de
un vuelo...en el vuelo quedé falto...
Los expertos en sueños aseguran que casi todos hemos
soñado en alguna ocasión que volamos. Nos arrojamos
(en sueños naturalmente) desde una ventana o un balcón
al vacío, y de repente vemos que volamos. Y nos parece
natural. Algunos fantasiosos incluso creen que debemos
haber volado en algún momento y aunque hemos perdido
las alas conservamos la tendencia.
Platón dijo: somos dioses y lo hemos olvidado. Puede ser
que exagere. Quizás, simplemente, somos hombres con
aspiraciones de ángeles.
Me refiero solo a lo de volar.
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90. Odiando
Voy al grano. ¿ Es el odio necesario? ; o dicho de otra
manera, ¿podemos vivir sin odiar? Tanta insistencia en la
necesidad de amar ¿ no será sino una bien intencionada
manera de exorcizar la insoslayable realidad del odio?
Hay quienes incluso afirman que el odio da sentido a sus
vidas.
El propio Freud insistió mucho en la existencia de un
instinto autónomo letal, alimentado lógicamente por el
odio: hacia los demás o, y, hacia uno mismo.
¿ Qué pensar?
Yo, desde luego, entre otras muchas cosas, odio las colas y
las agencias tributarias.
¿ Y Usted?
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92. Saurios
Dicen los científicos que no tenemos un cerebro sino varios
que se han ido incorporando sucesivamente a lo largo de la
evolución.
El primero y básico, el cerebro reptiliano, está centrado en
el ataque y la huida, es decir, en la supervivencia.
Luego vino, al parecer, el cerebro afectivo, que nos permite
amar y formar grupos sociales más o menos bien avenidos.
Finalmente,elcerebrocognoscitivoorazonador,conlagran
particularidad de la autoconciencia y su correspondiente
necesidad de justificarse.
Así las cosas, no es infrecuente que el reptil que llevamos
dentro se muestre indecorosamente poco razonable. Ya lo
dijeron los antiguos: primero vivir, luego filosofar.
El darnos cuenta de ello no cambia mucho la realidad,
pero, al menos en apariencia, nos ayuda a asumir lo
incomprensible.
Paradojas del tercer cerebro (el más moderno).
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94. Sexualidad
Tabúes aparte, el acto sexual (voluntario naturalmente) es,
de un lado, un acto finalista, fundamentalmente instintivo,
que busca la generación de nueva vida.
Al mismo tiempo es un acto placentero, pues de no ser así,
al decir de algunos bien informados, correría gran riesgo
la continuidad de la especie.
Por último, y esto es significativo, es un acto de entrega
y aceptación mutuos, que debería culminar en la fusión
amorosa, con momentánea pérdida de la individualidad de
los amantes.
Si aceptamos lo dicho, la conclusión es que el acto sexual
es necesario, placentero y trascendental; y por tanto,
deseable, sano e importante.
Si luego en la práctica las cosas no salen bien es
probablemente porque estaban mal planteadas o por falta
de pericia.
Buena suerte.
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96. Paradigmas
También se habla de modelos. Los fenómenos complejos
de la vida (como la propiedad, la familia, la ciencia, la
etnografía, las matemáticas etc.) se intentan explicar (con
fortuna varia) mediante modelos o paradigmas.
Por ejemplo: el dualismo es un paradigma que mantiene
que al margen del cerebro existe el alma o la mente. El
monismo es un modelo que afirma que la mente anida en el
cerebro; en el mejor de los casos no sería sino un producto
emergente de la materia cerebral.
Esta distinción, ya se comprende, no es banal, pues de ella
depende nuestro futuro a largo plazo.
Los paradigmas cambian, se olvidan, se superan y, a veces,
retornan. Así, el modelo capitalista vuelve a China. Lao
Tse, Confucio, Mao, Fu-Manchú...
Paradigmas.
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98. Metropolitano
La realidad es como un milhojas; en el sentido de verticalidad.
Es como un rascacielos con muchos pisos y numerosos
sótanos. Así que si estamos arriba del todo, casi tocamos el
cielo; si en los subsótanos de abajo, más cerca del tórrido y
líquido magma del corazón de la tierra.
Deestaforma,sisomoságilesyestamosentrenados,podemos
fluctuar con facilidad del cielo al infierno; y de hecho lo
hacemos.
Cuandoviajamos en el Metroestamos,incuestionablemente,
bajo tierra. Pero qué duda cabe que podemos caer mucho
más bajo.
Precaución.
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100. Payasos
Aunque se sigue aconsejando la risa como terapia y el
humor como actitud y forma de evasión, no proliferan en
la actualidad los payasos profesionales.
No es fácil, en absoluto, ser un buen payaso. Conocí en mi
infancia a grandes payasos: a Ramper, Pompof y Teddy, y
a Charlie Rivel (que a pesar de su nombre era español).
Charlie Rivel era un genio; un filósofo y un observador.
Decía que todo lo que hacía lo aprendía en los parques,
observando en especial a los niños. No hablaba
prácticamente nunca. Lo más que le oí decir de una pulga
imaginaria que mostraba entre los dedos, es que tenía los
ojos azules. Y eso después de mucho obervarla.
Hoy vemos muchas payasadas, la mayoría sin gracia y en
ámbitos impropios, es decir, fuera de los circos; aunque a
veces también sean redondos.
Hagamos el elogio de los payasos para que vuelvan. Se
trata de un caso de interés público y necesidad social.
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102. Consulta
Se decidió a consultar a un médico. Le expuso los
síntomas: se sentía profundamente insatisfecho y mal
comunicado. Tenía la sensación, incluso a nivel físico, de
que la sociedad en general carecía de fundamento sólido y
de que en cualquier momento podía producirse un caos y
generalizarse el absurdo.
A menudo pensaba, en contra de toda evidencia, que eran
los otros y no él los culpables de sus fracasos. Necesitaba
autoafirmarse hablando de sí mismo y exponiendo
interminables quejas y censuras. Tenía una manifiesta
dificultad para perdonar las ofensas reales e incluso las
imaginarias. Hablaba incesantemente consigo mismo
manteniendo monólogos frecuentemente enojosos y
agotadores. Era incorregible y tenaz en sus errores,
reincidiendo constantemente en los mismos a pesar de las
consecuencias.
El diagnóstico fue el siguiente: síndrome mixto de lucidez
y humanitis esencial con indicios acusados de yoitis. En
realidad, a juicio del médico, no se trataba propiamente
de una enfermedad sino de una forma de ser propia de la
especie en el momento evolutivo en que se encuentra.
En cuanto al tratamiento a seguir, le fue recetada: para
la lucidez una dosis de ilusión y autoengaño que debería
tomar en tanto durara. Para la humanitis y la yoitis, dosis
masivas de paciencia, de por vida.
No hacía falta que volviera a la consulta.
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104. La visitadora
Tiene infinidad de nombres; unos la llaman la parca; otros
la comare seca; la diosa Kali; la vieja dama; la pelá. Mi tía
la llamaba la morena.
En castellano su nombre es lisa y llanamente La muerte.
Shakespeare decía que deberíamos desearla devotamente,
y el poeta persa pensaba que su presencia no es urgente
porque para dormir tenemos toda la eternidad.
Aquí la llamo La visitadora.
Bien mirada parece atractiva, pero no es aconsejable
dirigirle la palabra.
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106. Idolatría
En sentido estricto, ídolo es un objeto dotado de poderes
sobrenaturales y al que se rinde culto.
Se trata en general de imágenes antropomorfas adoradas
por los pueblos primitivos.
Dado que el fútbol es objeto de culto, es lógico que tenga
sus ídolos.
Entre muchos (y bien conocidos por todos), el que se
muestra en la imagen.
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108. I M Á G E N E S Y PA LA B
R A S
El hombre del saco
De siempre a los niños se les ha contado fantásticas
historias de buenos y malos.
Entre otros muchos, buenos son: los Reyes Magos, Papa
Noël, el ángel de la guarda, el hada madrina etc. Y entre los
innumerables malos, hay dos de gran tradición, aunque hoy
se hable menos de ellos: el Coco y el Hombre del saco.
-¡ Que viene el Coco! Duérmete niño que viene el Coco y
se lleva a los niños que duermen poco-
El hombre del saco mete en su saco a los niños molestos
y se los lleva silenciosamente, todos revueltos allá en el
fondo. Y a oscuras.
Por razones de edad y otras, descreo, como diría Borges,
de los Reyes Magos y de Papa Noël. Creo poco en el Coco,
pero siento aún gran respeto por el Hombre del saco.
Ese gran saco profundo y oscuro.
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110. La Sombra
Para el pensamiento antiguo, también llamado arcaico o
primitivo, la sombra, al igual que las huellas de los pasos,
pertenecen al yo. Somos algo más que nuestro cuerpo; la
sombra prolonga nuestra personalidad.
Ha sido sin embargo la llamada sicología de las
profundidades, particularmente C.G. Jung, la que ha
elevado La Sombra al rango de otro yo; ese sosia que en
la penumbra del inconsciente convive con el que creemos
ser, y llegado el caso se nos impone, nos contraría y nos
domina.
Puede ser que todo sea un espejismo; una fantasía
inquietante.
Sombra negra. Negra sombra.
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112. Acorralada
Estaba allí. No sabía como podía haberla encontrado
a pesar del tiempo transcurrido; a pesar de la distancia
interpuesta, de todas las cautelas adoptadas. Al fin había
acabado por encontrarla y aparentemente no había
posibilidad de escape: estaba acorralada.
Pero una mujer desesperada e inteligente como Amelia, es
capaz de cualquier cosa.
Y así fue, como sucedió.
-En definitiva había que asumir que tenía razón al
perseguirla y acorralarla- se dijoAmelia. Después de tantos
riesgos conjuntamente asumidos, se había quedado con
todo; no tanto por codicia como por desafío y necesidad
de afirmación personal y de autoestima.
Así que se lo dijo abiertamente, consciente de que la
arrogancia era su punto flaco: -¡Enhorabuena! Nunca
pensé que pudieras llegar a encontrarme. Has ganado y lo
acepto-
Con naturalidad y bajo su mirada desdeñosa e irónica,
Amelia sacó un cigarrillo. También su diminuto mechero-
pistola.
Ni siquiera lo vio venir. Asombrosa la precisión y eficacia
de un arma tan pequeña y discreta.
-¿ No me guardas rencor, verdad? -le dijo al cadáver. -Hoy
por mí, mañana por ti-. Amelia encendió el cigarrillo.
Casi se había hecho de noche.
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114. El corazón
De antiguo se ha creído que el amor era cosa del corazón.
Así hablábamos, y seguimos hablando, de tener o no tener
corazón; dar, entregar o poner el corazón. Y también de
romper el corazón (el propio o el ajeno).
Ahora sabemos que el corazón no es sino un motor de
impulsión: sístole, diástole.
Todo estaría bien si no fuera porque se infarta con
facilidad.
A menudo por falta de amor.
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116. A flor de piel
Vivimos en nuestra piel. La piel es la frontera con la
realidad; por el norte, el sur, el este y el oeste.
Cuando no hay un buen entendimiento sexual los franceses
dicen que se trata de una cuestión de piel. Curzio Malaparte
escribió La piel, y un dramaturgo que no recuerdo en este
momento (pero lo puedo consultar en internet) La piel de
nuestros dientes.
Cuando estamos exasperados decimos que tenemos los
nervios a flor de piel; y cuando llevamos las cosas a
límites extremos decimos que nos hemos dejado la piel o
el pellejo en ello.
La piel: una obsesión.
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118. Maniqueísmo
El maniqueísmo, como sabemos, es reduccionista, en el
sentido de que interpreta la realidad en términos estrictos
del bien y del mal. Frente al mal está el bien; y frente
al bien el mal. No hay término medio; luz y tinieblas
sostienen una lucha sañuda y encarnizada.
El riesgo de esta actitud reside en que al suponer, más o
menos gratuitamente, que estamos del lado del bien, se
convierte a quienes no comparten las mismas ideas en
enemigos a eliminar, pues obviamente están del lado del
mal.
Y entonces se empieza demonizar. Es decir, como nosotros
somos ángeles, los otros son necesariamente demonios.
El mecanismo sicológico es simplista pero sigue
funcionando con éxito desde el Siglo III.
A la vista está.
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120. Vértigo
Mi imaginación no cesa de asociar imágenes y palabras.
Pasan vertiginosas por mi pantalla mental encadenando
insólitas e inesperadas asociaciones mentales.
Me siento desbordado cuando mi cerebro no obedece a los
impulsos de frenado que le envía mi voluntad. Debe ser
cosa del sistema vegetativo autónomo.
Resignado, adopto la sabia postura de testigo. La
imaginación, la loca de la casa la llamaba Santa Teresa de
Jesús, es así.
Más vale no contrariarla.
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122. Hipoxia emocional
Si la hipoxia, o mal de alturas, conduce al desvanecimiento
y eventualmente a la muerte por falta de oxígeno, la que
pudiéramos llamar hipoxia emocional, conduciría al
decaimiento y eventual muerte emocional por falta de
amor.
Como es sabido, en la religión cristiana la severidad y el
rigor del Antiguo Testamento fue dando paso (abrupta, al
decir de unos o paulatinamente al decir de otros) al amor
como núcleo o centro de referencia del Nuevo Testamento.
Los Evangelios son una historia de amor a nivel cósmico.
De las muchas interpretaciones cinematográficas del mito
del vampiro, una de las más interesantes (la de Herzog), es
la que le presenta como un ser sediento de amor más que
de sangre.
Ya en uno de sus primeros poemas García Lorca decía:
tanto vivir ¿ para qué? ; el camino es aburrido y no hay
amor bastante. Y Lola Flores no hace tanto: la vida sin
amor no vale ná.
Algo pasa.
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124. Vigorexia
La lista de adicciones aumenta sin cesar. Muchas aficiones
y actividades que nos parecían sanas y recomendables
esconden en su interior (al decir de lo sicólogos y siquiatras)
el desorden de la adicción. Es decir la compulsión, el
exceso, la dependencia.
Al parecer los gimnasios están plagados de vigorexicos/as,
siempre insatisfechos con sus cuerpos que a nosotros nos
parecen envidiables y a ellos canijos.
Y luego suma y sigue: los adictos al trabajo, al sexo, a la
escritura (hipérgrafos), a las nuevas tecnologías, e incluso,
últimamente, a tomar el sol. Es decir que el mismísimo
Diógenes tomando todo el día el sol en su barril, era en
realidad un disimulado adicto al astro rey.
Sugiero (maliciosamente desde luego) incluir en la relación
de las adicciones, la propia de sicólogos y siquiatras,
adictos compulsivos a descubrir adicciones por doquier y a
dar consejos a los demás aunque no se los pidan.
A ver si así se controlan un poco.
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126. Vivencias
En la mayor parte de los monasterios encontramos la
misma vivencia: esos profundos contrastes entre luces y
sombras.
Altas luces y sombras densas sin solución de continuidad;
una trama de sombras y luces a modo de tela de araña, en
la cual, fascinados, quedamos atrapados.
En alguna parte leí la siguiente frase: quien sabe de música,
sabe de silencio; quien sabe de luz, sabe de tinieblas.
Se la comenté a un monje, y me dijo que reflejaba
perfectamente la esencia del misticismo.
Misterios.
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128. Misterios
Aceptar que hay cosas, situaciones, circunstancias,
misteriosas; que existe, en última instancia, un misterio,
el misterio, implica aceptar que hay algo oculto, cerrado,
hermético, inasequible, a lo que no podemos acceder,
aunque aspiremos a desvelarlo.
Por el contrario, negar el misterio significa afirmar que no
hay más que lo que hay y tenemos a la vista, por lo que
toda búsqueda es estéril y no hay nada que buscar ni que
encontrar y solo el proponerlo supone ya una superchería.
En términos generales, la razón es poco amante de los
misterios; y el arte y el amor, poco razonables.
Así pues, estamos ante una cuestión compleja y
controvertida donde las haya.
Todo un misterio.
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130. 130
Phallos
La pureza y la obscenidad están en la mirada. Es la
mirada la que categoriza; la que atribuye sentido.
El falo, por tomar un ejemplo, como símbolo de
vida y de fertilidad ha sido venerado en todas las
civilizaciones: en las pinturas rupestres, en las
culturas antiguas pre-hispánicas, en Grecia, en
Egipto, en la India.
Fue el símbolo de Dionisio, y en Roma los romanos
lo divinizaron bajo la advocación de Fascinus
Deus.
Aquí la imagen nos muestra una piruleta con forma
de falo; un dulce Lingam de Siva.
Haz lector tu lectura personal.