La historia bíblica cuenta cómo el príncipe Joás vivió escondido en el Templo durante seis años para protegerlo de la malvada reina Atalía. Sus tíos Josaba y Joiada lo escondieron y cuidaron secretamente. Cuando Joás cumplió siete años, su tío Joiada lo proclamó como el verdadero rey de Israel ante la multitud y los soldados.