20. El Popl vuh: un texto sagrado
maya en caracteres latinos
El Popl vuh es el nombre de un conjunto de relatos sagrados del pueblo
quitché donde aparece el Xibalbá. Se trata de un texto dividido tres partes:
La primera guarda los orígenes míticos de la humanidad, los animales y el mundo.
La segunda narra las epopeyas de sus héroes-hermanos míticos, Hunahpu y Ixbalanque,
contra el extraño pájaro-monstruo Ucub Caquix, y su viaje por el infra-reino de Xibalbá y como
sus siniestros señores sucumbieron ante los heroicos gemelos.
Una tercera parte del relato vuelve a la creación del mundo y la fundación del pueblo quitché.
21. Xibalbá y su geografía mítica
Xibalba
o Xi´balb´a era un
lugar tangible y a la
vez un inframundo
inmaterial.
Un lugar complejo de
interpretar porque
para los autores
cristianos se
correspondía con su
visión del infierno y
el concepto
judeocristiano del
mismo: un lugar de
castigo tras la
muerte.
Pero Xibalba, aunque
es un espacio en el
que hay muertos y
castigos, no es un
lugar en el que estos
sean torturados por
sus pecados.
De hecho, el
concepto de
“pecado” no tiene un
equivalente en la
cultura maya.
22. • La vinculación del inframundo quitché con la tradición
astronómica de los mayas se muestra en detalles como que
el reino de los muertos es recorrido por los mismos astros
que cruzan la superficie terrenal, siendo la noche el
momento en que los elementos astrales están en el
submundo.
• Esta desaparición y reaparición de los astros según recorran
el inframundo o el mundo terrenal sigue el mito
mesoamericano de los ciclos de vida y muerte en paralelo a
los ciclos solares.
• Xibalbá debe ser visto como un lugar de horror y miedo, un
reino oscuro lleno de maldad donde un individuo podía
terminar cuando los dedos de la muerte le alcanzan y le
sacan del recorrido vital dejándole allí atrapado.
23. Ahora bien, el Sol, con
su poder, también era
capaz de cruzarlo cada
día y salir endeble para
dar nuevamente luz en
el mundo mortal, lo que
prueba el poder e
inmortalidad del gran
astro en contraste con
el frágil humano
común.
24. Primer momento
El primer momento que aparece
descrito Xibalba dentro de Popol
vuh es cuando los héroes míticos
Hun hunahpu y Ucub Hunahpu,
inician su camino hacia el
tenebroso inframundo tras ser
convocados por los temibles
señores de Xibalba. Los héroes
descendieron hacia las
profundidades de la tierra para
acceder al dominio de los
muertos usando unas empinadas
escaleras hasta un barranco,
llamado Un Zivan Cul, que daba a
un furioso río, flanqueado por
estacas (puede que cañas de
jícaros espinosos).
25. Tras cruzar este “portal” en el
mundo natural se inicia la
penetración en el reino sobrenatural
donde lo primero que se
encontraron los héroes fue un río
de sangre.
La narración cuenta como
atravesaron la corriente sin beber
de su fluido carmesí hasta llegar a
un segundo río, este de pus.
Dos elementos vinculables con el fin
de la vida y la decadencia del
cuerpo humano, sangre y pus,
como una declaración del mundo en
el que se adentran los héroes-
gemelos mayas.
26. Tras cruzar los dos siniestros ríos encontraron una encrucijada de caminos de diferentes colores: negro
(sala del consejo), rojo (reino de la guerra), blanco (reino del olvido) y verde (reino de locura).
El negro iba al inframundo y fue recorrido por los gemelos míticos después de que el propio camino les
indicara que él era el correcto.
Tras recorrer esta senda entraron en Xibalba, un lugar donde si el sol brillaba, era de manera apagada y
nunca tan reconfortante como en el mundo mortal.
En este inframundo había jardines y vegetación, así como elementos construidos por el hombre como un
“Pucbal-Chah” o “el muladar donde arrojaban la ceniza o un juego de pelota.
Pero las estructuras más llamativas eran las oscuras Casas del Tormento, habitáculos creados para la
tortura y el dolor. Lugares donde los héroes tuvieron que pasar las crueles pruebas con las que los
señores de Xibalba intentaron matarlos.
29. Las casas que se muestran en el
Popol vuh son:
•"en cuyo interior sólo había tinieblas";
Casa oscura,
•donde "un viento frío e insoportable soplaba en su interior";
Casa del frío,
•donde los jaguares "se revolvían, se amontonaban, gruñían y se mofaban";
Casa de los jaguares,
•donde "no había más que murciélagos que chillaban, gritaban y revoloteaban en la
casa";
Casa de los murciélagos,
•"dentro de la cual sólo había navajas cortantes y afiladas".
Casa de los cuchillos,
•"donde sólo había brasas y llamas"
En otra parte del Popol Vuh, Casa
del calor,
30. La Casa de la
Oscuridad
Un lugar de tinieblas perpetuas que
amenazan con absorber a los
héroes si no conseguían mantener
el cigarro que les iluminaba
evitando a la oscuridad tragárselos.
31. La casa del frio
Un espacio helado con vientos tan
fríos que cortaban como cuchillas y
donde los seres vivos morirían
congelados.
32. La casa del jaguar
dificio repleto de estas bestias
vinculadas con deidades y poderes de
la naturaleza, tremendamente
peligrosos en la tradición maya (y no
sin cierta razón puesto que son
animales con una capacidad de caza
demostrada), habiendo tantos de
estos animales en aquel lugar que
estaban amontonados y no paraban de
hacer rechinar sus colmillos y garras.
El jaguar es además un animal de la
noche, un peligro que se mueve en la
oscuridad y acecha en las sombras de
la selva y que en la tradición maya es
capaz de moverse entre el mundo de
los muertos y de los vivos. Así el
jaguar era un destacado habitante del
Xibalaba en especial en su faceta de
fiera antropófaga y nocturna, la
destacada en la Casa del Jaguar.
33. Casa de los
Murciélagos
Es vinculada con otro animal nocturno
y que además habita en las entrañas
de la tierra, las cuevas. Los
murciélagos eran los principales
habitantes de este lugar, seres de la
noche que duermen boca abajo (algo
visto como una ruptura de lo natural
para los mayas) y que se vinculaban
con diferentes males derivados de su
mordedura, algo muy marcado en las
junglas americanas, donde hay tipos
de murciélagos que se alimentan de
sangre animal, incluyendo la humana.
Sin embargo, la criatura más temible
de esta casa del tormento no eran los
murciélagos, sino el Camazotz o
murciélago-muerte. Esta temible
bestia tenía su refugio o madriguera
en esa casa-cueva llena de los más
pequeños murciélagos, siendo en
alguna de las traducciones
directamente “la casa de Camazotz”
34. Casa de las
Navajas,
donde ingentes cantidades de
cuchillas de pedernal y obsidiana
volaban y se movían por el espacio
buscando carne a la que herir. Estas
cuchillas rechinaban unas contra
otras creando un macabro ruido que
llenaba el espacio de tormento, y
traía a la mente los instrumentos de
sacrificios mesoamericanos. Las
cuchillas tenían conciencia propia,
puesto que la manera que usaron
los héroes para sobrevivir a su
amenaza fue hablar con ellas para
tranquilizarlas y evitar que los
despedazaran, tal y como querían
los siniestros señores de Xibalba.
35. Casa de las
Lanzas
donde unos seres al estilo de
diablillos atacaban a cualquiera que
entrara dentro con las armas que le
dan nombre.
36. Casa del Fuego
era, como su nombre indica, un
lugar lleno de abrasadoras llamas y
ascuas candentes donde los héroes
debían de morir calcinados, pero a
la que sobrevivieron evitando ser
achicharrados tras pasar una noche
entera en su interior.
37. • Pero no solamente las Casas de los tormentos de
Xibalaba muestran su tétrica naturaleza, sino que los
propios jardines tenían el toque siniestro propio del
inframundo. Es el caso del árbol con cabezas que nació
tras la muerte del padre de los héroes a manos de los
señores de Xibalaba, acto que vengaron sus hijos
Hunahpu y Xbalanque, que dejó embarazada con su
contacto a Ixcqui, la hija de uno de los señores del
reino de los muertos, madre de los hermanos y uno de
los motivos de su naturaleza heroica.