ACERTIJO DE POSICIÓN DE CORREDORES EN LA OLIMPIADA. Por JAVIER SOLIS NOYOLA
Inmigración piamontesa sta_clara_pffafen
1. APELLIDOS Y NOMBRES: Pfaffen Gavatorta, Esteban Alfredo
DIRECCIÓN: Las Heras 93 – Santa Clara de Saguier – Sta. Fe.
CORREO ELECTRÓNICO: estedracu@hotmail.com
AÑO DE CURSO: 5to año.
Autorizo la eventual publicación de la obra.
3. La llegada de los italianos como común y vulgarmente suele llamarse, fue mucho más
que una simple llegada de extranjeros. Fue mucho más que un grupo numeroso de personas
con un par de valijas en la mano. Fue mucho más que un barco cargado con cientos de
hombres y mujeres a bordo que por días, semanas y meses estuvieron viajando sobre una
abrumadora masa de agua cristalina que no tenía principio ni final a simple vista. Significó
mucho más que un simple viaje. Significó el devastador pensamiento que en cada segundo,
minuto y hora se manifestaba intentando aclarecer lo que les depararía la vida cuando esa
inmensa nave anclara en la costa, parara sus motores y dé la orden de que había llegado a
destino y de que aquellos cientos de hombres de ambos sexos pudieran descender y pisar de
una vez por todas la ansiada tierra firme.
Como dice el escritor Edmundo de Amicis en su obra que refleja esta magnífica
experiencia, la esperanza, la incertidumbre, las expectativas, el miedo, el dilema y porqué no
el deseo de empezar una nueva vida en el “nuevo mundo” se acrecentaba en cada momento
y los impacientaba cada vez que regresaba ese pensamiento y esa idea de ser libres y
comenzar a vivir de nuevo lo que habían dejado atrás desde la partida.
Peleas, discusiones, agresiones, ofensas, insultos y algún que otro enojo era lo normal y
cotidiano que generaba ese viaje de cientos de días. La clase social alta, con sus esplendores,
lujos y comodidades propio de su bolsillo repleto de dinero mostraba su grado de importancia
y prestigio y observaba con una mirada crítica y determinante, como la clase social baja y
hasta se podría decir pobre, manifestaba, con fuertes e impactantes peleas siendo en algún
que otro caso un trozo de pan o un jarro con agua objeto de disputa, sus ansias y deseos de
llegar.
Pero se podría decir que existía algo que no marcaba diferencia ni contraste alguno.
Algo que establecía equidad en cuanto a condiciones. Algo que no separaba de ninguna
manera a esa multitud que habitaba ese imponente navío. Se trataba de aquel sueño, de
aquella meta y de aquel objetivo que se habían propuesto todos y sin excepción alguna, cada
una de esas cientos de personas, en el momento en que dejaron su tierra natal para idear y
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4. planificar una vida nueva lejos de Europa, influenciada por lo que ellos llamaban el “nuevo
mundo”, refiriéndose a América en su totalidad.
Por ello, podríamos afirmar que esa llegada de inmigrantes italianos y ese recibimiento
de habitantes argentinos, trajo consigo un fuerte y potente cruce de culturas. Por un lado,
esa cultura propia de Italia con sus aspectos típicos como el arte, la arquitectura, la
gastronomía, las creencias, las costumbres, la religión, entre las más destacadas. Se podría
decir que la cultura italiana conforma una de las más ricas del mundo y combinada con la
cultura propia de Argentina, es decir, sus comidas típicas, sus danzas, sus festejos, sus
leyendas y mitos referidos a diversos temas y sus refranes, entre tantos, genera una mezcla
esencial y única destacada en casi todo el mundo. Un ejemplo clave de ello es la cocina
argentina, la cual es el resultado de una sabrosa síntesis, producto del aporte de platos
europeos pertenecientes a las distintas corrientes migratorias, sazonados y enriquecidos con
alimentos y condimentos propios del suelo nativo argentino.
Como consecuencia del arribo de mil seiscientas personas llenas de entusiasmo y fulgor
esperando pisar con sus pies, hartos de caminar sobre madera moviéndose constantemente
durante muchos días, el tan ansiado suelo firme y llenos de esas esperanzas de oler ese
aroma a campo verde y a praderas relucientes, llegaron de una vez y para siempre a
América, ese sueño que parecía inalcanzable e imposible. Llegaron a América. Llegaron a su
nueva tierra, la que los iba a recibir y la que los iba a acoger el resto de sus vidas y la que
con el paso de los días los iba a acompañar en el momento de su muerte.
También vale aclarar que como llegaron, los recibieron. Numerosa cantidad de
argentinos nativos parados frente a las orillas del Rio de la Plata, con impactantes sonrisas en
sus caras, estaban esperando que ese barco abra sus puertas y bajen esas miles de personas
con una meta lograda, conforme, contentas y orgullosas por ello.
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5. Conclusión:
La inmigración italiana provocó en Argentina una profunda transformación de la
sociedad. No solo por el hecho de que la totalidad de los habitantes paso a estar integrada
por un alto porcentaje de extranjeros, sino también porque buena parte de éstos se mezclo
con la población nativa por medio de lazos matrimoniales.
Como consecuencia, la cultura argentina tuvo un paulatino cambio gracias al aporte de
la fuerte inmigración italiana. Si bien lo normal habría sido que los inmigrantes se adaptaran
a la cultura existente, el proceso fue inverso o, más bien, recíproco.
Gracias a esto, hoy en día se cuenta con una diversidad de culturas o más bien dos
culturas unificadas con aspectos propios de cada una y que conforman una de las más ricas
del mundo. Todo ello se debe a la fuerte inmigración por parte de los extranjeros italianos y
al convincente recibimiento por parte de los habitantes argentinos.
Para terminar, podríamos decir que la llegada de inmigrantes italianos a nuestra tierra
marcó un antes y un después en la historia del país y por qué no del continente. Marcó un
momento clave y decisivo que quedará para siempre gravado en el corazón de aquellos
hombres y mujeres que impacientes llegaron y de aquellos hombres y mujeres que
gentilmente los recibieron.
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