La inteligencia artificial imita la capacidad mental humana mediante programas que permiten que robots u otros aparatos respondan como humanos o imiten sus acciones. Con el tiempo, la IA ha mejorado y permite que robots realicen trabajos anteriormente hechos por personas, en algunos casos de manera más efectiva. La IA tiene ventajas como procesar grandes cantidades de información rápidamente, pero también riesgos si los robots se vuelven independientes o inflexibles al cambio. Científicos como Jeff Hawkins influyeron en el desarrollo de esta herramienta