La intervención en modificación de conducta implica obtener datos e información relevante para diseñar un plan de tratamiento individualizado. Es necesario conocer las técnicas conductuales y cognitivo-conductuales que ofrecen mejores resultados para tratar trastornos de comportamiento como la impulsividad y falta de autocontrol. El proceso incluye diferentes fases de evaluación y tratamiento que se seleccionan considerando criterios de utilidad, calidad y costo.