Este documento describe cómo la decisión de Juan Pablo Priego Alvarez de permitir que Dios permanezca en él de forma eterna y continua ha transformado su vida. Aunque enfrenta problemas y desacuerdos con Dios, ya no se siente solo ni frustrado, porque comprende que Dios es su Padre y está comprometido a transformarlo para que sea idéntico a Jesús. La presencia del Espíritu de Dios le da fuerzas para superar cualquier tormenta.