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Juego tradicional matarile rile ro
1. UNIVERSDIDAD FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS
FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN
LIC. PEDAGOGÍA INFANTIL -4
JUEGO Y TECNOLOGÍA
Natalia Castillo Moreno - 20141187042
MATARILE
Esta es una ronda que también cuenta como juego tradicional de Colombia, ya
que las rondas al igual que los juegos, muestran valores y tradiciones de la cultura
que la invento, estas rondas los niños las cantan, mientras realizan las mímicas y
pasos de ellas.
En la ronda se forman dos grupos que se van cantando mutuamente:
Ato, Ato, materile lire ro
Que venís a buscar, materile lire ro
Un traje de hilo, materile lire ro
Escoja el que quiera, materile lire ro.
Escojamos a (va el nombre del niño)
¿Qué nombre le ponemos?, materile lire ro
Le pondremos (un nombre despectivo.
El otro grupo contestará:
Ese nombre no nos gusta, materile lire ro
Hasta que al fin dice un nombre agradable, entonces el primer grupo contestará
Este nombre si nos gusta, matarile lire ro
Así se van formando hileras largas horizontales
lo escogemos como rey (o reina) materile lire ro
y que oficio le pondrás, materile lire ro
la pondré a la reglar la casa, materile lire ro
el otro grupo contestará:
Ese oficio no nos gusta, materile lire ro.
La pondré a tocar guitarra, materile lire ro
Ese oficio si nos gusta, materile lire ro
Entonces venga con migo, materile lire ro ( se la lleva y vuelve)
Así continua la ronda
2. Nunca se sabía el momento, pero cuando menos lo pensábamos, la barrera se
rompía y niñas y niños forjábamos una cadena de manos y entonábamos cantos
que brotaban de lo más profundo de la memoria popular. Uno que no podía faltar,
era el matarile rile rón. En una formación de reminiscencia militar, dos grupos se
movían en vaivén, cantando alternadamente. Muy extraño ese primer verso: “Amo
a to, matarile rile rón”. ¿Quién sería ese misterioso y amado “to”?
Sabiendo que buena parte de los cantos infantiles Colombianos nos llegaron de
España, supuse que allá era buen lugar para descifrar el misterio. Menuda
sorpresa me llevé cuando encontré que, en efecto, allá se conoce el canto; pero
los niños españoles lo empezaban:
Ambo ató, matarile, rile,rile,
ambo ató, matarile, rile, ron…
Bueno, al menos supe que nuestro “Amo a to”, es sólo un acomodo del “Ambo
ató” peninsular. Pero, ¿entonces quién era “Ambo” y que fue lo que ató? ¡Rayos!
Total que sale uno de Guatemala para entrar en Guatepeor. Por fortuna, encontré
que una variante española más antigua y que aún sobrevive en algunas recónditas
regiones de la península, empezaba con este verso:
Ambos a dos, matarile rile rile
ambos a dos, matarile rile rón…
*
¡Ahora lo veo! No hay ningún “Ambo” y por lo tanto no ató nada, es otra
distorsión, ahora del antiguo “ambos a dos…”. Aunque,… un momento… ¿ambos
a dos? ¿Y eso qué significa? ¡Uff, sigue el misterio!
Pues ¡Sorpresa! Resulta que la expresión “ambos a dos”, era una redundancia de
uso común en el castellano antiguo que todavía se oía en el siglo XIX, la
encontramos en gran cantidad de textos y usada por muchos escritores. A manera
de ejemplo, de La fuerza de la sangre, novela que escribió Miguel de Cervantes
en 1613, tomé estas líneas:
“…y por camino derecho llevemos ambos a dos el yugo donde el cielo nos
pusiere”.
Bueno, al menos es una expresión que tiene sentido, aunque sigue el sentimiento
de que hay algo más.
Tuvo que pasar un tiempo para que llegara la respuesta ¡Quién se iba a imaginar
que había que buscar en Francia! De ahí es un antiguo canto infantil que empieza:
3. Ah! Mon beau château! (¡oh! mi bello castillo)
Ma tant’, tire, lire, lire.
Ah! Mon beau château!
Ma tant’, tire, lire, lo.
Le nôtre est plus beau,
Ma tant’, tire, lire, lire;
Le nôtre est plus beau,
Ma tant’, tire, lire, lo.
Escuchar canto francés
¡Todo está claro! Este canto francés llegó a España y los niños al oir “Ah! mon
beau château…”, lo acomodaron a lo que les hacía sentido y dijeron “Ambos a
dos…” que era una expresión que les era común,; es probable que al dejar de
usarse la expresión, un nuevo acomodo dio lugar al “Ambo ató…” que al llegar a
México, convertimos en “Amo a to…”.
Alma Flor Ada, reconocida escritora, me comenta que hace años en Venezuela se
escuchaba esta variante:
A mambró cható Matarile rile rile
A mambró cható matarile rile rón
Muy interesante ver cómo se apega más al canto francés. Alma Flor comenta
que mambró le recuerda al mambrú (el que se fue a la guerra), que es tema de
otro canto infantil. Faltaría saber cómo surge este canto en Venezuela, que parece
ser que no tiene antecedente en las variantes españolas.
También me informan que en República Dominicana, se cantaba:
Ambosador Matarile rile rile
Ambosador matarile rile rón
Una clara distorsión del Ambos a dos… peninsular.
No lo sabíamos, pero cuando cantábamos aquellas rondas, de alguna manera
también nos tomábamos de las manos con los niños del pasado y nos uníamos
a una cadena de la que, muchos de nosotros, fuimos parte del último eslabón.