El documento discute el aumento de la delincuencia juvenil en Colombia y la Ley 1098 de 2006 que estableció un enfoque de justicia restaurativa en lugar de punitivo para los jóvenes delincuentes. Sin embargo, los datos muestran que desde la implementación de esta ley, las cifras de criminalidad entre los jóvenes han aumentado considerablemente, lo que pone en duda la efectividad de este enfoque de justicia restaurativa.

1. Justicia restaurativa y no punitiva para los jóvenes
delincuentes
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delincuentes/
Cada vez más, los jóvenes abandonan el colegio y se unen a las bandas criminales. Es
una situación que pone en peligro todo el sistema social que tiene Colombia. No es un
problema que aqueja solo a unas pocas personas sino a todo el mundo.
Este aspecto deja en entredicho las funciones y acciones de la justicia y de las
instituciones colombianas que son las encargadas de combatir este problema, porque cada
vez aumenta más las cifras de adolescentes criminales.
Y no es solo una tarea de la Policía, la Fiscalía y el sistema judicial, sino también están
incluidos el sistema educativo, los padres de familia y los medios de comunicación, siendo
estos últimos responsables de que los jóvenes piensen y tomen como referencias para su
vida, la vida de los mayores narcotraficantes del país.

2. Incluso, los padres de familia al ser permisivos con los comportamientos disruptivos de
sus hijos están creando criminales. Es un conjunto donde toda la sociedad en general es la
culpable de que en las calles abunden delincuentes menores de edad.
Esta situación ha sido analizada para corregir estos comportamientos en los jóvenes y por
ende fue creada la Ley 1098 del 2006, la cual habla sobre el castigo y reintegración de los
jóvenes a la sociedad.
Lo interesante de esta ley es que sus condenas son restaurativas y no punitivas, es
decir, que los jueces deben evitar enviar a los jóvenes a la cárcel y buscar alternativas para
que paguen su condena, como por ejemplo, trabajo comunitario o reclusión parcial. Sin
embargo, de este tratamiento especial de justicia quedan por fuera los delitos de homicidio,
secuestro y extorsión.
Aumento en las cifras
Al crearse esta Ley, se habló sobre la reintegración de estos jóvenes a la sociedad
como personas de bien, que puedan aportar aspectos positivos a la comunidad y resarcir
el daño cometido.
En esencia es algo muy bonito escrito, pero en la realidad los jóvenes vuelven y cometen
delitos, sabiendo que no van a estar en la cárcel ni van a cumplir una pena tan grande. Desde
que se creó esta ley, los datos de criminalidad en los jóvenes han aumentado
considerablemente.
Según la directora del ICBF, desde el año 2007 hasta el 2013 hubo 133 mil adolescentes
capturados por algún delito. En los últimos años, en promedio son casi 300 adolescentes al
mes por departamento que ingresan al sistema judicial por algún delito.
Lo anterior pone en duda la justicia restaurativa que fue propuesta en la Ley 1098 de 2006,
porque los jóvenes tienen una alta tasa de reintegrar y seguir cometiendo delitos y aquellos que
lo hacen por primera vez no tienen temor a las consecuencias. Entonces, ¿Está funcionando
realmente el sistema judicial en Colombia para prevenir y corregir a los jóvenes criminales?