Los ministros de educación de Argentina y Japón organizaron una carrera de canoas entre equipos de docentes para compartir sus estrategias educativas. El equipo japonés ganó por un kilómetro. Tras analizar la derrota, el ministro argentino reestructuró su equipo, pasando de 7 inspectores y 1 docente remero a 4 inspectores regionales, 2 inspectores distritales, 1 inspector de área y 1 docente remero. Al año siguiente, los japoneses ganaron de nuevo por dos kilómetros.