El cuento narra un día en la vida de Asterión, el Minotauro encerrado en el laberinto de Creta. Desde la perspectiva en primera persona de Asterión, describe su soledad y rutina diaria en el laberinto, donde pasa el tiempo jugando y explorando los infinitos pasillos y patios de la enorme construcción. Asterión espera la llegada de su redentor que lo libere de su encierro.