La educación primaria en la época colombiana Por YAMILETH MÁRQUEZ VALENCIA
1. LA EDUCACIÓN PRIMARIA EN LA
ÉPOCA COLOMBIANA
ESCUELAS NORMALES DE
INSTRUCCIÓN PÚBLICA
HISTORIA DE LA EDUCACIÓN PRIMARIA
POR:
Yamileth Márquez Valencia
2. LA EDUCACIÓN PRIMARIA EN LA ÉPOCA COLOMBIANA
ESCUELAS NORMALES DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA
INTRODUCCIÓN.
La época colombiana se extiende desde nuestra independencia de España y
espontánea unión a Colombia, en 1821, hasta el 3 de noviembre de 1903, cuando
decidimos separarnos de Colombia para formar un Estado soberano,
independiente, Republicano y Democrático.
Varios fueron los factores que influyeron en la decisión final de unir a Panamá a la
Gran Colombia, en vez de hacerlo al Perú (su principal socio comercial durante la
época colonial española). De éstos, el más importante fue sin duda, la figura de
Simón Bolívar, quien en ese momento estaba en el apogeo de su gloria y
popularidad.
El 9 de febrero de 1822, mediante Decreto Ejecutivo del vicepresidente de la Gran
Colombia Francisco de Paula Santander, se creó provisionalmente y hasta la
reunión del próximo del congreso, el departamento del Istmo, con los mismos
derechos concedidos a los departamentos originales creados por la ley de 2 de
octubre de 1821.
A lo largo de este trabajo abordaremos el tema de la creación y funcionamiento de
las escuelas normales d instrucción pública durante la época colombiana.
En primer lugar, presentaremos las características más sobresalientes de la
educación en el istmo a fin de que la misma sirva de marco referencial y
motivacional para la creación de las Escuelas Normales.
Posteriormente abordaremos el tema objeto de nuestro trabajo, resaltando los
aspectos más importantes en cuanto a su creación y desarrollo.
Finalmente presentaremos nuestras conclusiones, recomendaciones y la base
bibliográfica e infográfica que sustentan el contenido del trabajo.
Dicho esto, es de considerar, que este trabajo constituye solo un acercamiento al
tema de la creación de las Escuelas Normales a fin de que el lector tenga una
información suficiente para la comprensión y conocimiento del tema.
Debemos señalar que la Unión a la Gran Colombia arrastró mas frustraciones y
abandonos que desarrollo socio económico y con ello, el educativo en nuestro
Istmo. Las constantes guerras partidarias, la anarquía rampante, la falta de
recursos y apoyo, la sociedad clasista, la poca visión política de la centralizada
administración bogotana incidieron profundamente en la evolución de la educación
3. en Panamá. Sin embargo, los esfuerzos tanto de religiosos como seglares
nacionales fueron creando nuestra propia identidad educativa.
La formación de docentes en el istmo se ha orientado a dar respuesta a los
desafíos propuestos en cada época y en función d ellos factores sociales, políticos
y económicos en el contexto; es por ello, que hemos enmarcado nuestro trabajo
en rescatar algunos eventos de mayor importancia que determinaron el nacimiento
y desarrollo de las escuelas Normales de Instrucción Pública mediante la
presentación sistemática y secuencia lógica de los hechos.
Cada una de estas instituciones formativas de docentes cuenta con su propia
personalidad en cuanto a sus objetivos y propósitos.
En este aspecto debemos aclarar que se estas son instituciones formales
debidamente certificadas que forman las competencias necesarias para que sus
egresados para impartir de manera metodológica un determinado conocimiento a
las personas que a estas acuden.
A. MARCO HISTÓRICO Y ANTECEDENTES
Muchos fueron los factores que determinaron la formación de la sociedad
panameña; por supuesto que el factor clave fue su “geografía”; pues como
sabemos la historia de Panamá fue cimentada por este factor, pues por sus
características climatológicas, ubicación y su estrechez, le imprimieron un destino
histórico que crean la nacionalidad panameña, pues constituyen los elementos
básicos del desarrollo de un país, tal cual es la educación.
Consideremos que España aún no había salido de la Edad Media, siendo Colón el
último navegante Medieval. Una España que rechazaba las nuevas corrientes que
fundarían la Edad Moderna como el empirismo, secularismo, libre pensamiento,
racionalismo; sumida en el férreo control de pensamiento de la iglesia; y todo ello,
fue trasladada a América y por ende a nuestro istmo.
La Iglesia en España era la élite económica y aristocracia y como tal la
detentadora del poder económico y del pensamiento; era los conventos y
monasterios los centros de conocimiento de arte, filosofía, ciencia y educación; de
allí, el carácter esencialmente eclesiástico de la educación como está se importa a
América y por ende a nuestro istmo.
Es por ello que en la primera etapa d la colonización coincidiera con el
“Renacimiento Meridional” también llamada la Época de Oro de España.
La obra educativa fue tal vez la contribución más significativa que la Madre Patria
legara a la América Hispana durante los siglos XVI, XVII y XVIII.
Factores como la escasa y dispersa población, la economía inestable y
dependiente, la sociedad clasista y dominante; el atraso cultural, el paternalismo y
sobre todo el papel de tránsito del Istmo determinado por la idea tanto de la
4. Corona Española como de los propios colonizadores; quienes no se asentaron en
Panamá con la idea de crear una comunidad sociedad permanente sino como
plataforma para la obtención de riquezas y paso necesario para remesar los
tesoros obtenidos en Sur y Centro América.
En la mente del conquistador no consideraba crear las estructuras y factores
necesarios para el desarrollo de una sociedad, los conquistadores tampoco
reunían el carácter de querer asentarse en nuestro territorio, distinto a los
colonizadores ingleses y franceses; para ello existía la temporalidad que
determinaba la transitoriedad de nuestro istmo.
Bajo ese esquema llegaron nuestros colonizadores; y con ello, la aculturización y
adoctrinamiento religioso, y eso por el gran peso de la iglesia católica en el
gobierno y sociedad española.
Es así que mientras unos extraían las riquezas de las colonias parar remesarlas a
España y para ello debían someter a las poblaciones indígenas y luego negros al
trabajo esclavizante y al vasallaje, creando el fenómeno de dominante y
dominado; otros, desarrollaban un comercio de suministros de insumos y
proveedores de mercancías; y por su lado la iglesia en la labor de adoctrinamiento
religioso. Para ninguno la instrucción secular fue parte de sus propósitos.
Es por ello, que lejos de sus intenciones la Corona creó centros educativos.
La iglesia se abrigó esta misión, primero con un propósito único de
adoctrinamiento y luego la instrucción básica a la población.
Bajo este concepto social clasista y discriminatoria tanto de género como de
clases sociales, se estructura la incipiente sociedad panameña, y con ello la
educación donde solo podían acceder las personas de “sangres puras” (españoles
y algunos criollos) y los varones no así las mujeres; quienes eran relegadas a
conocimientos domésticos, música y manualidades.
Las Congregaciones religiosas a cargo de monjas concepcionistas en el caso de
mujeres, o los franciscanos, agustinos, dominicos o jesuitas para varones, fueron
los primeros docentes que enseñaron durante la colonia a niños y jóvenes.
Principalmente, enseñaban religión católica, escribir y hablar castellano,
matemáticas y algebra. La apertura de “escuelas de primeras letras” se dio en la
antigua ciudad de Panamá, constituyó un paso positivo interesante, pues se
instituyeron tanto en la ciudad como en algunas poblaciones del interior, aunque
alcanzó logros escasos.
La Universidad Javeriana El 3 de junio de 1749 se mandó a establecer en el
edificio de la Compañía de Jesús la primera Universidad de la ciudad de Panamá
conocida con el nombre de San Javier. En la Universidad se podían obtener los
títulos de Bachiller, Maestro y Licenciado en Filosofía y Teología.
5. En 1575, se concretó con la apertura del Colegio de la Compañía de Jesús -
dependiendo de la congregación de Quito y luego de Nueva Granada- fue rasgo
positivo, aunque también mantuvo una existencia corta.
En el siglo XVIII, la sociedad experimentó un cambio cultural importantísimo
interesado en abrir la “Universidad Real y Pontificia Universidad de San Javier”.
Bajo el Decreto Real impartido en 1749, iniciaba el proyecto universitario,
Universidad Real y Pontificia Universidad de San Javier 1749 resultó exclusivista y
hasta discriminatoria, bajo dichas circunstancias sólo españoles y criollos podían
acceder a la universidad; tras la expulsión jesuita de las colonias, desapareció en
1767.
Tanto la apertura del Cabo de Horno como La expulsión de los Jesuitas fueron
acontecimientos nefastos que no solo la educación en Panamá queda
nuevamente reducida a una labor encomendada a doctrineros para la
cristianización de los indios sino que obligó a los pudientes istmeños viajar a otros
centros de enseñanzas superiores de Bogotá, Nueva Granada, Lima o en Quito, a
los centros de San Gregorio Magno, San Fernando, Mayor de San Luis y Santo
Tomás de Aquino. Algunos otros viajaron a España, Inglaterra y Estados Unidos
para prepararse en ciencias jurídicas, medicina y religión; fenómeno este que a la
postre fue positivo puesto que creó un proceso educativo independiente del
modelo español.
Así mismo, la llegada de la imprenta a Panamá en los años 1820 fue un factor
determinante en la educación en nuestro país pues se publican los primeros
diarios (Miscelánea y Miscelánea del Istmo de Panamá) que con solo saber leer
era motivadora de nuevas corrientes de pensamientos y conocimientos, creando
con ello los autodidactas.
A finales del Siglo XVIII solo quedaban algunas escuelas de primeras letras y un
Colegio de Seminario y el Colegio de Propaganda Fidae sede de los curas
doctrineros que se extendieron hacia Veraguas, Chiriquí y Darién para adoctrinar a
los indígenas.
“La educación primaria se halla en la República en mal estado y no satisface
plenamente a su objeto; dos son las causas de este mal, la escasez de fondos
para dotar bien las escuelas que se necesitan y la escasez de maestros aptos que
las sirvan.”
Es por ello que el Congreso de la Nueva Granada dictado en Junio de 1842 una
Ley “sobre establecimiento de escuelas normales de instrucción primaria en cada
capital de provincia”.
Los pasos iniciales de la Educación Popular se dieron en 1836 cuando se
construye el Colegio del Istmo y el sostenimiento de las escuelas primarias
públicas en los Municipios hacia 1842 – 1844 tal es el caso de las escuelas de
6. Portobello, Macaracas, Penonomé, Parita, Natá y Antón para varones y en
Chorrera y la Villa de Los Santos para niñas; luego las escuelas dominicales para
trabajadores todas estas iniciativas de la minoría liberal existente. Destaca el
valioso aporte de la Sociedad Amigos del País en el desarrollo de la Educación
Laica Popular; sin menospreciar el aporte en este sentido que hiciera la sociedad
“estudiantil” adoptando el nombre de “Deseosos de Instrucción” ya en los albores
del siglo XIX.
Durante ese año se crea la Primera escuela de Niñas en el barrio de Santa Ana en
la que se impartía materias como: las cuatro operaciones de números, gramática
castellana, moral, religión, dibujo, costura y bordado. Ese mismo año se abre la
Escuela de Chepo y en la Isla de San Miguel (curiosamente subsidiado con la
quinta parte de la venta de aguardiente).
Con este objeto fundó Escuelas Dominicales para Obreros, Escuelas de Zapatería
en Panamá y Parita y Escuelas de Sombrerería en las poblaciones de Penonomé,
Los Santos y Panamá, para ello se reclutaron maestros de Tolima, y se abrieron
escuelas de zapatería en Panamá.
En la primera mitad del siglo XIX la educación en el Istmo estuvo en un estado de
abandono. No es sino hasta la formación de la nueva República que se encuentra
a ver la luz en la educación. En esa época, era necesario que la escuela utilizara
estos procesos para dos objetivos: uno era la democratización y el otro la
afirmación nacionalista.
Para mediados de 1850 nuestro país tenía escuelas para varones, en la Provincia
de Panamá 25 públicas y escuelas privadas 27 y 45 privadas de niñas; no existían
escuelas públicas para niñas. La Provincia de Veraguas tenía en ese mismo año
14 escuelas públicas de varones y una de niñas; 8 privadas de varones y 11 de
niñas.
Los ingresos para sostener todas estas escuelas eran insipientes pues con los
recursos del Erario no permitían crecidos desembolsos, no podía extenderse la
instrucción primaria cuanto se habría deseado. (Conviene tener presente que el
Istmo estaba por esta época dividido sólo en las dos provincias de Panamá y
Veraguas; más tarde, en 1849, se formó la Provincia de Chiriquí y en 1850 la de
Azuero).
Es por ello, que no era posible llevar hasta las más apartadas capas sociales los
beneficios del alfabeto, atendió de preferencia la enseñanza que más podía
aprovechar, en algunos lugares, la clase de los obreros.
Se creó la Sociedad Filantrópica, quien promovió la instrucción de las clases
populares, en cuanto a la educación intelectual, moral y religiosa, propagar el
hábito del ahorro y el amor al trabajo y dejar la haraganería hábito muy arraigado
en la Colonia.
7. Destacamos el hecho, que la suerte del desarrollo de la educación en nuestro
istmo estaba ligada a las situaciones políticas y guerras civiles de Colombia y
sobre todo al abandono de nuestro istmo en el acontecer económico de la
centralización política bogotana.
Con la expulsión de los Jesuitas ya no hubo centros universitarios ni educación
superior en nuestro país, la gestión educativa, aunque incipiente y mal dotada,
proseguía. Solo los acaudalados y familias que con mucho esfuerzo podían
trasladarse a Bogotá y otros países para tener acceso a la educación superior
universitaria.
B. ESCUELAS NORMALES DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA
A veintidós años desde que nos iniciamos como Departamento del Istmo de
Colombia, había 131 escuelas con una matrícula de 2069 alumnos,
concentrándose la mayor cantidad en la provincia de Panamá con una
representación del 74 % (97) de las escuelas y el 75.2 % (1558) de los estudiantes
matriculados.
La escasez de maestros aptos para el ejercicio, sumados los problemas
económicos y políticos, frenó el proceso educativo panameño. El Congreso
Colombiano en 1842, que facultaba la creación de escuelas normales de
instrucción primaria en las capitales de provincias, establece en 1846, en la
provincia de Panamá, la primera Escuela Normal de Panamá; en el año de 1847
cuya existencia fue efímera.
Todavía existía, sin embargo, en 1848, cuando el Congreso Granadino dictó la Ley
8 del 5 de abril “por la cual se aplican a favor de la Escuela Normal de Panamá los
restos del edificio llamado Puerta de Tierra.”
A esta fecha había graduado ya tres maestros, uno de los cuales fue nombrado
para la escuela de Antón.
Por 1848 se abría la Escuela Normal de Veraguas se motivó a la población de
distintas formas para que se inscribieran tanto con promesas de subsidios como
nombramiento, pero la indolencia y falta de visión condenó al fracaso y cierre de la
Escuela Normal de Veraguas.
Con pocos maestros graduados (33) era imposible dedicarse a la enseñanza con
una población escolar cada vez más exigentes. Es por ello por lo que en 1872 se
crea una Escuela Normal Nacional de Varones, bajo la dirección del alemán
Oswald Wirsing y del educador panameño Manuel Valentín Bravo.
En 1878 se funda la Escuela Normal de Institutoras, esta Normal de Institutoras
inició labores solamente con tres alumnas, finamente fue clausurada.
8. C. ESCUELAS NORMALES PARA VARONES
La influencia del pensamiento europeo, y en especial de la escuela alemana,
inspiraron la creación de las Escuelas o Institutos Normales de Varones, sus
inicios se remontan a junio de 1872 cuando se abre la Escuela Normal Nacional
de Varones bajo el pedagogo alemán Oswaldo Wirsing y Valentín Bravo.
Siendo su cuna una casa arrendada sin las comodidades e infraestructura que se
requería para estos efectos; sin embargo, la labor prosiguió con no pocas
dificultades.
Por alrededor de 1875 funcionaba tanto la Escuela Normal como la Anexa de
niños; fue acogida con entusiasmo; ya tenían seis alumnos-maestros, por cuenta
de la Nación y 8 becados por el Estado de Panamá; la Escuela Anexa matriculaba
cincuenta niños a la primera clase y treinta y uno a la segunda clase.
Pese a la guerra civil (1876-1878) la Escuela Normal no dejó de funcionar y tanto
funcionarios públicos como los propios docentes administraron los recursos con
celo y de manera eficiente. Las asignaturas fueron dadas conforme al plan de
estudio, hubo una buena administración, la eficiente labor en los archivos y
biblioteca, el desprendimiento de los docentes al sacrificar parte de sus
emolumentos y el buen ánimo de los estudiantes y familiares, fueron factores que
procuraron el buen, continuo y eficiente funcionamiento pese a las adversidades
que traen consigo las conflagraciones bélicas, que por temor de los padres se
interrumpió brevemente.
Ya para 1879 la Normal de Varones contaba con una matrícula de 23 alumnos-
maestros y la Escuela Anexa ciento cinco niños, con vistos de aumento para los
años venideros.
Es así como la educación en el istmo evolucionó con éxitos pese a las
adversidades que ya hemos señalado; los maestros salientes de la Escuela de
Varones impulsaron la educación, así como la creación de centros privados;
ampliando con ello la cobertura educativa del país.
Las llamadas “Escuelas Modelos” fueron muy afectiva pues era el centro de la
práctica de los alumnos antes de salir a cumplir su misión de maestros; ya para
entonces existían planes de estudios bien diseñados en los Anexos para primera,
segunda, y tercera sección.
Es así como las Escuelas Normales de Varones constituyeron un valioso aporte
en la educación de la población del Istmo en la época colombiana.
D. ESCUELAS NORMALES PARA MUJERES
9. Las nuevas corrientes de pensamiento y los movimientos sociales producto de la
era industrial promovieron el derecho a la educación de la mujer dejando las viejas
concepciones feudales de la Corona Española.
A pesar de la oposición de algunos que consideraban a la mujer como
responsable de la actividad doméstica, y algunos hasta esgrimieron el argumento
de la falta de capacidad intelectual de las mismas; en su mayoría estas corrientes
fueron acogidas en Latinoamérica, y por ende La Gran Colombia (Panamá); es por
ello que se procuró la creación de Escuelas Normales para mujeres, que favoreció
y trascendió profundamente la formación mediante la incorporación de las
maestras.
Durante todo el siglo XIX se crearon varias escuelas normales para mujeres; con
relativo éxito y algunos fracasos debido a la poca recepción de la población, a los
escasos de recursos económicos para sus operaciones; y el escaso o nulo apoyo
del gobierno central de Colombia.
Fueron las corrientes liberales las que impulsaron la apertura de estos centros de
formación de maestras; quienes acogieron el pensamiento alemán sobre la
educación de la mujer.
Muchos fueron los debates tanto en Colombia como en Europa sobre la necesidad
de incluir a la mujer en papel educativo; se exaltaron las virtudes de las mujeres
más allá de su belleza sino su inteligencia, buenos hábitos y profundos valores,
cuyas virtudes debían ser fuentes de educación para los niños.
La realidad era que muchas eran las necesidades de creación de más escuelas de
niñas, y el método más eficiente era el dotar de maestras a estos centros
educativos; es por ello, que aparecieron las Escuelas Normales Femeninas, que
tuvieron la misión de crear maestras que se requería; claro, luego de atender la
población masculina.
Por 1848 se abría la Escuela Normal de Veraguas se motivó a la población de
distintas formas para que se inscribieran tanto con promesas de subsidios como
nombramiento, pero la indolencia y falta de visión condenó al fracaso y cierre de la
Escuela Normal de Veraguas.
Con pocos maestros graduados (33) era imposible dedicarse a la enseñanza con
una población escolar cada vez más exigentes. Es por ello por lo que en 1872 se
crea una Escuela Normal Nacional de Varones, bajo la dirección del alemán
Oswald Wirsing y del educador panameño Manuel Valentín Bravo.
En 1878 se funda la Escuela Normal de Institutoras, esta Normal de Institutoras
inició labores solamente con tres alumnas, finamente fue clausurada. Cuyo
propósito era crear las competencias necesarias en las mujeres para realizar su
rol de maestras
10. ESCUELA NORMAL DE INSTITUTORAS ESCUELA NORMAL PARA MUJERES
En 1881, se hizo un nuevo intento bajo la dirección de dos normalistas graduadas,
contratadas en Colombia por la administración del Estado Federal, lográndose
finalmente graduar una docena de señoritas, ya que por falta de recursos tuvo que
clausurar el 31 de julio de 1887.
Merece una especial mención el papel que jugó en la historia de la educación la
región de Veragua; en el siglo XIX se crearon instituciones como la escuela
Normal Lancasteriana y la Escuela Central de Mujeres en 1890 fundad por la
Sociedad San Vicente de Paúl para la preparación de docente para la instrucción
rural
11. CONCLUSIONES
1. Los docentes en la época colonial eran los religiosos y las monjas quienes
eran los únicos que tenían centros de enseñanzas en el Istmo. Su propósito
era inicialmente solo el adoctrinamiento, posteriormente se incluyen
materias civiles.
2. Existía un régimen clasista en la educación donde no todos podían acceder
a la instrucción. De igual forma la mujer no tenía acceso a la educación así
perteneciera a la clase pudiente española o criolla.
3. Se dieron varias manifestaciones informales de instrucción tales como:
Escuelas Dominicales, Escuela de Primeras Letras, la Escuela Hogar.
4. Con la expulsión de los Jesuitas la instrucción Universitaria y secundaria no
se prosiguió.
5. Con la Unión a la Gran Colombia, los destinos del istmo en todo sentido y
en la educación estaban subyugados a los acontecimientos políticos y
sociales del Centralismo Colombiano.
6. El istmo sufre el abandono, la anarquía y sin sabores del gobierno
colombiano; y con ello la falta de apoyo y recursos para el sostenimiento de
los centros educativos en el Istmo.
7. Se crean las primeras Escuelas Normales de Instrucción en el Istmo tanto
para varones como niñas; sin embargo, la falta de motivación de la
población y las condiciones económicas obligaron al cierre de algunas de
estas.
8. Durante este período se siembra la semilla de la formación docente en
nuestro país, y con ello, una nueva etapa de la educación laica en el Istmo.
9. Para la instrucción superior universitaria algunos acaudalados criollos
pudieron viajar a Colombia y otros países para instruirse en todo tipo de
profesión.
10.Algunas familias enviaron a sus hijos a estudiar docencia en las Escuelas
Normales de la Gran Colombia. (Ver Anexo). Muchos de los cuales
retornaron al istmo como docentes.
11.Es importante que la importación de filosofías educativas como la Teoría
Lancasteriana como la propuesta por Dewey (Pragmatismo) contribuyeron
en la evolución del pensamiento pedagógico del momento.
12.Muchas iniciativas formadoras de conocimiento se dieron, pero como
manifestaciones informales y no como institutos de enseñanzas.
12. RECOMENDACIONES
Consideramos importante la enseñanza de la historia de la educación en
Panamá, pues la misma nos indica las bases o fundamento de la
nacionalidad panameña y la historiografía educativa de nuestro país.
INFOGRAFÍA
La evolución de la educación en Panamá y el medio ambiente
https://www.panamaamerica.com.pa ›
Evolución Historica De La Educación En Panamá
https://www.monografias.com › docs › Evolución-Histo.
Evolución de la Educación En Panamá Primer ... - CRU.Boca
https://crubocas.up.ac.pa › sites › crubocas › files
Evolucion de la educacion en Panamá by lupita powell - issuu
https://issuu.com › material_a_distancia__universidad_n
Evolución Histórica de La Educación en Panamá | PDF - Scribd
https://es.scribd.com › document › Evolucion-Historica
BIBLIOGRAFÍA
CALVO CASTILLERO. Alfredo. NUEVA HISTORIA GENERAL DE PANAMÁ.
2019
MARQUEZ, Yamileth. INSTITUCIONES Y PRÁCTICAS EDUCATIVAS DE LA
COLONIA – LA EDUCACIÓN COLONIAL ISTMEÑA. ISAE Universidad. 2021.
13. ANEXO
ESCUELAS NORMALES MASCULINAS
Nombre de la Normal Ciudad Fundación Primer Rector
Escuela Normal central
Escuela Normal
provisoria
Cundinamarca
Escuela Normal
Nacional Institutores
Bogotá 20-01-1872 Ernesto Martín Lleras
Escuela Normal
Nacional Institutores
Medellín
1-05-1872
Gotthold Weis
Escuela Normal de
Panamá
Panamá 1846
Escuela Normal de
Santiago
Panamá 1848
Escuelas Normal de
Varones -Panamá
Panamá 15-06-1872 Osvaldo Wirsing
Escuela Normal de
Institutores -Antioquia
Medellín 1-08-1872 Christian Siegert
Escuelas Normal
Institores- Cauca
Popayán 1-09-1872 Augusto Pankow
Escuela Normal
Institutores -Boyacá
Tunja 2-10-1872 Ernesto Hotschik
Escuela Normal
Nacional Institutores -
Santander
Socorro 1-11-1872 Gregorio Willafrade
Escuela Normal
Nacional Institutores-
Tolima
Ibagué 1-111872 Gustavo Radlach
Escuela Normal
Nacional Institutores -
Bolívar
Cartagena 9-01-1873 Julius Wallner
14. Escuela Normal
Nacional Institutores -
Magdalena
Santa Marta 7-02-1873
(creada) 1-06-1872
Carlos Meisel Weisch
Escuela Normal
Nacional Institutores -
Cundinamarca
Bogotá 14-03-1875
(creada 8-07-1874)
Julián de Mendoza
Escuela Normal
Nacional
Institutores -
Barranquilla
Barranquilla (Ley de Creación 22-06-
1878. No se desarrollo
ESCUELAS NORMALES FEMENINAS
Nombre de la Normal Ciudad Fundación Primer Rector
Escuela Normal
Institutoras
Cundinamarca
Bogotá 23-091872 Catalina Recker
Escuela Normal
Mujeres de Santander
Socorro 8-01-1874 Avelina Moreno
Escuela Normal
Nacional Institutoras
Antioquia
Medellín 1-02-1875 Marcelina Robledo de
Restrepo
Escuela Normal
Nacional Institutoras
Magdalena
Santa María 1-03-1875 Elizabeth Meisel
Escuela Normal
Nacional Institutoras
Bucaramanga
Bucaramanga 15-03-1875 María de Jesús Páramo
de collazos
Escuela Normal
Nacional Institutoras
Boyacá
Tunja 5-05-1875 Inocencia Nariño
Escuela Normal
Nacional Institutoras
Tolima
Guamo
Ibagué
Neiva
6-05-1875 Zoila Escallón
Isabel Borosis
Rosalía Charri
1876
1878
Escuela Normal Popayán 1-12-1877 Berenice Medina
15. Nacional Institutoras de
Cauca
Juana Sánchez T.
Escuela Normal
Institutoras Panamá
Panamá 1-07-1878 Araminta Martinez
Escuela Normal
Lancasteriana
Panamá 1890 Sociedad San Vicente
de Paúl
Escuela Central de
Mujeres
Panamá 1890 Sociedad San Vicente
de Paúl
Escuela Normal
Nacional Institutoras de
Bolívar
Cartagena 25-09-1878 Eugenia Moré