Un grupo de personas se divertían eligiendo entre dos monedas de diferentes tamaños pero valores desiguales para el Péndejo del pueblo. Aunque escogía la moneda de mayor tamaño pero menor valor, en realidad era consciente de la trampa para seguir ganando cada día. La lección es que no siempre es como parece y lo importante es lo que uno piensa de sí mismo, no lo que piensan los demás.